Desde hace apenas unos días la psicóloga María José Lozano, especialista en Psicología Clínica y en la prevención de Drogodependencias por la Universidad de Murcia, se pone al frente de la gerencia del área de Salud Mental del Servicio Murciano de Salud con el objetivo de prestar un servicio más cercano a la población así como de atender a la promoción de la salud, la prevención de los trastornos y de mejorar la continuidad de la asistencia y la calidad de vida de los enfermos.

¿Cuáles son los principales problemas de Salud Mental que presenta la población de la Región de Murcia?

Los problemas mentales de la Región son similares a los que puedan presentar otras comunidades europeas de culturas cercanas. Por un lado, encontramos los trastornos mentales frecuentes que tienen que ver con ansiedad, depresión y síntomas relacionados con malestares que dependen de los momentos sociales, económicos o políticos que la población vive, es decir que son reactivos. De otro lado, tenemos otro espectro de problemas a los que llamamos trastornos mentales graves o duraderos relacionados con manifestaciones clínicas más complejas como alteraciones psicóticas, afectivas o de la personalidad que requieren abordajes más intensivos y a largo plazo además de la coordinación de diferentes servicios profesionales.

¿El Programa de Acción para el Impulso y Mejora de la Salud 2019-2022 del Servicio Murciano de Salud

El SMS en el departamento de Salud Mental tiene una estructura consolidada de servicios que incluyen programas de atención a adultos, niños, drogas, rehabilitación y unidades de hospitalización, por lo que cubre todos los ámbitos que recoge la Salud Mental. Sin embargo, la satisfacción de la demanda nunca es plena porque siempre queremos y necesitamos más, pero podemos decir que somos una comunidad que se encuentra por encima de otras respecto al número de profesionales y dispositivos de atención. Sin duda, tenemos que seguir creciendo y mejorando y lo haremos con los propósitos que incluye el Plan de Acción y Mejora.

¿Cómo se encuentran de demandados los servicios de Salud Mental en la Región de Murcia?

La demanda de Salud Mental sigue normalmente un patrón que es aproximadamente de unos 2/3 de pacientes con patologías del espectro del trastorno mental común y 1/3 de personas con problemas de trastornos mentales severos, por lo que es alta. En los últimos meses hemos experimentado un descenso por la crisis del covid, aunque cabe apreciar que han aumentado las atenciones telefónicas y las videollamadas. La actividad asistencial, es decir, el número total de citas atendidas, es similar a la del año 2019, cerca de 55.000 consultas y encuentros con los pacientes.

¿Cuántos profesionales atienden actualmente a los pacientes de Salud Mental del Servicio Murciano de Salud?

En cuanto al número de profesionales que atienden la Red de Salud Mental nos encontramos muy por debajo de las recomendaciones que hacen muchos organismos. La CARM integra actualmente, entre muchos otros profesionales, a 147 psiquiatras, 93 psicólogos y 169 enfermeros. Esto supone unos ratios de 9,8 psiquiatras, 6,2 psicólogos y 11,3 enfermeros, todos ellos por cada 100.000 habitantes de la Región.

Miedo, ansiedad y estrés han sido algunos de los problemas más escuchados durante los meses de confinamiento. ¿Por qué aparecen?¿Se deben tratar?

Aparecen porque son reacciones humanas, esperables y atribuibles a un estado de privación de libertad y de incertidumbre. A pesar de ser comúnmente negativas, son respuestas muy sanas y adaptativas por lo que no deben tratarse ni medicarse como patologías. Sin embargo, si se convierten en respuestas inadaptativas, es decir, cuando alguien depende de sus emociones, como el miedo o la ansiedad, por ejemplo, y te dejan con un nivel de funcionalidad nulo, entonces si deben tratarse y solucionarse.

Una encuesta del Ministerio de Sanidad dejaba ver hace unos años que los jóvenes murcianos empiezan a beber a los 16 años y a consumir hachís y cannabis antes de los 18, ¿de qué manera les puede afectar esto?

Más allá del impacto que puede tener a nivel de desarrollo neurológico, tiene consecuencias en el desarrollo social, en lo referido al abandono de sus proyectos de vida como puede ser empezar unos estudios o un oficio. En cuanto al daño en Salud Mental el consumo de drogas y tóxicos, no en todos los casos, pero sí en la mayoría de ellos lleva a la aparición de episodios o brotes psicóticos que causan en ellos ideas y percepciones anormales además de que pierden el contacto con la realidad.

¿Cómo se pueden prevenir estas conductas?

Desde Salud Mental debemos poner la mirada intensamente ahí. Prevenir una adicción supone formación, acompañamiento a las familias e identificación de la población vulnerable, en primer lugar. Tras conocer esto, es importante intervenir cuanto antes en los comportamientos que pueden generar después una dependencia. Para ello se debe ser cercano, hablar con las familias, buscar otros espacios de ocio alternativos y volver a pedir ayuda desde el momento en que se tenga conocimiento de que puede volver a ser un problema en el caso de una recaída.

La ludopatía es otro de los problemas que afecta cada vez a los jóvenes, tal y como desprenden las estadísticas de Proyecto Hombre en la Región que establece el rango de edad entre 18 y 25 años como los más atendidos. ¿Por qué aparecen estas conductas?

Hay muchos factores para que un joven derive en el juego y quede enganchado, pero el aislamiento de las familias o la situación de muchos adolescentes cuyos progenitores pasan todo el día fuera de casa, unido al fácil acceso a Internet, así como a los salones de juego son los principales motivos por lo que aparecen las conductas ludópatas. El juego ofrece una recompensa rápida pero también es rápida la entrada en el bucle de apostar y perder, por lo que se hace necesario medidas similares a las de prevención de la drogodependencia u otras conductas adictivas. Formación, acompañamiento de las familias y afectados, identificación de los colectivos más débiles y puesta en marcha de medidas de intervención para solucionar estos problemas.

Encuestas anteriores de Asistencia Sanitaria del Servicio Murciano de Salud indican que cuatro de cada diez murcianos toman psicofármacos ante problemas de Salud Mental. ¿Qué otras medidas se pueden adoptar en lugar de utilizar medicamentos?

La respuesta más rápida e inmediata desde la atención temprana es el uso, sobre todo, de ansiolíticos y antidepresivos. Tenemos que continuar haciendo el esfuerzo de reforzar la colaboración con Atención Primaria para intentar no medicalizar los problemas cotidianos y ofrecer los activos de salud, que corresponden con actividades de pertenencia a grupos, creación de una identidad colectiva ya sea vecinal, deportiva o cultural, por ejemplo. En definitiva, se deben proponer actuaciones que generen salud y que eviten el consumo masivo de medicaciones, ya que estas pueden ayudar en un momento concreto, pero no sirven para las afecciones pasajeras.

«Durante el estado de alarma bajó la demanda» de nuestro servicio»

El servicio de Salud Mental del SMS no ha cesado su actividad durante la pandemia con el fin de ayudar a la población con los posibles problemas que se han podido ocasionar por el confinamiento y la amenaza del virus.

La pandemia ha afectado en cuestiones de Salud Mental a aproximadamente un 46% de la población en nuestro país. ¿Cuáles han sido los principales problemas que ha ocasionado?

Hasta ahora hay pocos datos veraces sobre las consecuencias que ha tenido la Salud Mental. El estudio español sobre las consecuencias psicológicas de la covid y el confinamiento, ha medido el malestar psíquico de la población y habla de un aumento de los niveles de ansiedad, inquietud, estrés y dificultades en la convivencia, sobre todo, en aquellos que presentan un nivel socioeconómico bajo. Finalmente, son problemas que no se pueden arreglar con tratamientos, sino con ayuda, apoyo y siguiendo las recomendaciones.

Algunas áreas de los sistemas sanitarios como Atención Primaria o Urgencias han presentado una sobrecarga de trabajo durante la primera oleada. ¿Ha estado muy colapsado el área de Salud Mental?

No, la Región en general, no se ha encontrado desbordada, incluso durante el estado de alarma ha bajado la demanda de nuestro servicio, quizás por el miedo al contagio de la población.

¿Qué medidas se han tomado?

Desde el inicio se puso en marcha un plan de contingencia para protegernos de la covid, tanto a los profesionales como a los pacientes. Hemos trasformado las intervenciones convirtiéndolas casi todas en actuaciones telefónicas o videollamadas que, además, han presentado beneficios como la mejora de la atención de los pacientes. Si no se ha podido solucionar el problema o se ha necesitado una valoración personal cara a cara se ha llevado a cabo, cumpliendo todas las medidas de higiénicas y de seguridad.

En cuanto a los enfermos que padecen patologías de adicción como ludopatía o drogodependencia. ¿Han podido llevar a cabo las terapias o rehabilitaciones que tenían durante el confinamiento?

Hemos tenido dificultades en mantener abiertos los espacios donde estaban en contacto estas personas como los centros de día o las unidades de rehabilitación durante y a posteriori de la pandemia debido por ejemplo a la prohibición de reunión de más de diez personas. Como no hemos podido atender a los pacientes de manera presencial hemos sustituido estas actividades por consultas individuales y telefónicas.

Dentro de los grupos vulnerables de la población, los ancianos han vivido situaciones dramáticas, sobre todo, por la soledad. ¿Qué problemas les ha podido ocasionar esto?

Como sociedad deberíamos reflexionar sobre estas situaciones. El no disponer de alguien con quien hablar, con quien abrazarte e incluso quien te mire es muy complicado. Por un lado, la incomunicación puede ocasionar cierta demencia o deterioro cognitivo, debido a la falta de estimulación y de contacto social. Por otro, los mayores han desarrollado un sistema de autoprotección muy sano al protegerse ante todo del virus.

La Salud Mental y sus pacientes tienen un gran estigma asociado. ¿Cómo se puede acabar con estos prejuicios?

Llevamos mucho recorrido hecho desde que empieza la reforma psiquiátrica y se trasforman los manicomios en servicios más cercanos a la población, incluyendo la Salud Mental dentro de la Red de Atención de los sistemas sanitarios. Aún así, la sociedad, sigue teniendo miedo ante estos pacientes y los trastornos mentales graves. La contribución de la ciudadanía debe ser la integración del colectivo en la convivencia y en la participación ciudadana dándoles visibilidad, ofreciendo redes de apoyo, formándoles y posibilitando su comunicación.