El Instituto de Medicina Legal de Murcia ha enviado al Instituto de Toxicología de Madrid muestras del cadáver del temporero que falleció este sábado en una finca de Puerto Lumbreras por un golpe de calor cuando participaba en la descarga de un camión de sandías en una jornada en la que en la zona llegaron a superarse los 44 grados.

Según han indicado a Efe fuentes cercanas a la investigación, con el envío de esas muestras se trata de determinar si el fallecido, un hombre natural de Nicaragua, padecía alguna patología previa que hubiera podido contribuir a su fallecimiento. Este obrero agrícola, tras ser trasladado por el dueño de la empresa de trabajo temporal y varios compañeros a un centro de salud, fue conducido al hospital 'Rafael Méndez' de Lorca, al que llegó sin pulso y en parada cardiorrespiratoria.

El juzgado de instrucción de Lorca que dirige las investigaciones decretó este lunes la puesta en libertad sin fianza del detenido, P.M.P., el empresario para el que trabajaba el fallecido, con la sola obligación de personarse en las dependencias del mismo cuantas veces sea llamado y de comunicar puntualmente sus cambios de domicilio.

El auto en el que se acuerda la libertad señala que aunque de lo actuado hasta ahora se deducen indicios «bastantes» para estimarlo responsable, presuntamente, de un delito contra los derechos de los trabajadores, en aplicación de la ley no procede adoptar otra medida más restrictiva de derechos.

Ana Blandón, hermana de Eleazar Blandón ha dicho este jueves que su hermano no habría fallecido si hubieran llamado a una ambulancia y ha asegurado que la empresa «no le brindaba ni agua». Blandón, que ha comparecido ante los medios de comunicación en Almería junto al parlamentario de Adelante Andalucía Diego Crespo y el portavoz provincial del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), José García Cuevas, ha afirmado que no ha podido ver el cuerpo de su hermano porque no cuenta aún con una funeraria.

«Si hubiesen llamado a una ambulancia, si lo hubiesen dejado a él primero en el centro de salud, si no lo hubiesen dejado tirado, si no lo hubiesen reincorporado, si yo no lo hubiese dejado ir (a Lorca como temporero), estaría vivo», ha mantenido Blandón.

Ha explicado que su hermano llegó el pasado 21 de octubre a Bilbao y que 15 días más tarde viajó a Almería, donde ella reside, pero que al encontrarse sin trabajo un amigo le dijo que en Lorca «estaban buscando a trabajadores que no tuvieran papeles para trabajar en el campo», por lo que le dio dinero para que fuese a la provincia vecina. Según Blandón, su hermano le había comunicado que quería regresar a Nicaragua porque lo que estaba viviendo en España era «horrible» por un «maltrato» físico y emocional».«Me decía que en la empresa no les brindaban ni agua, que solo tenía la que se llevaba»