El paíño mediterráneo (Hydrobates pelagicus melitensis), con un tamaño de entre 14 y 18 cm (similar a un gorrión) y un peso de solo 28 gramos, es el ave más pequeña del Mediterráneo. Sin embargo, a pesar de su vulnerable apariencia, realiza los viajes más largos entre todas las aves marinas de su entorno para proveerse de alimento durante su periodo de incubación.

A esta conclusión ha llegado un equipo de investigadores españoles e italianos, liderados por Andreu Rotger, del Museo delle Scienze (MUSE) de Trento (Italia), quienes han publicado su reciente estudio en Ardeola, la revista científica de SEO/BirdLife.

Los investigadores utilizaron aparatos GPS miniaturizados con el objetivo de seguir y conocer los movimientos y áreas de alimentación del paíño mediterráneo. Marcaron 42 ejemplares adultos durante un solo viaje en la colonia de la isla de Benidorm, una de las más importantes del Mediterráneo (unos 600 ejemplares reproductores). Gracias a esta tecnología de vanguardia, se han descrito por primera vez las características de los viajes de alimentación, además de conocer la localización exacta de este pequeño pájaro azabache en su búsqueda de alimento durante el periodo de incubación.

«No todos los individuos recorrieron los mismos kilómetros en la tarea de buscar comida en aguas profundas, sino que mostraron una alta variabilidad en la duración de los viajes de alimentación (entre 1 y 4,5 días) y en la distancia recorrida, que osciló entre 303 km y 1.726 km, cubriendo casi la totalidad del suroeste del Mediterráneo, abarcando un área de distribución de unos 135.000 km2», matiza Rotger.

Largo periplo hacia el 'maná'

Los autores han revelado también la principal zona de alimentación, que se restringe a las aguas profundas del mar de Alborán y los Cañones de Cartagena, siendo Alborán el área principal con unos 8.000 km2 (concentrando el 20% de las localizaciones de búsqueda de alimento). «Estos resultados sugieren que el paíño mediterráneo podría estar alimentándose cubriendo distancias mayores que sus parientes atlánticos, e incluso, en general, distancias más largas que otras aves marinas mediterráneas como las pardelas cenicientas y balear», subraya el investigador.

Los resultados de este estudio han evidenciado la importancia del mar de Alborán como un lugar clave para la conservación del paíño mediterráneo, particularmente por el papel que juegan como lugar de alimentación. No hay que olvidar que se trata de una zona altamente productiva debido a la proximidad y entrada de agua fría del Atlántico, apreciada por los paíños a pesar del coste energético que supone hacer estos largos viajes desde su colonia.