En mitad de Lébor hay un edificio azul que destaca entre los demás. Frente a una ermita, entre campos y explotaciones ganaderas, hay un colegio de dos plantas y con casi 60 años de antigüedad, encerrado entre cipreses, que estos días pelea por no perder a ningún alumno a partir de septiembre. En pocas semanas, y pese a la pandemia por la covid-19, los ecos del centro han llegado hasta el Ayuntamiento de Totana, hasta la Asamblea regional y hasta la Consejería de Educación. ¿El problema?, este centro educativo que alberga a niños y niñas de Infantil y Primaria lucha por mantener a tres alumnos que el curso que viene pasarían a estudiar cuarto de Primaria. Desde 2013, este centro rural perdió el segundo tramo de esta etapa educativa, de cuarto a sexto de Primaria, y desde entonces la asociación de padres y madres de este colegio totanero se ha afanado por recuperar estos cursos, aunque ahora su reivindicación se centra en mantener 4º.

«La Consejería de Educación está obligando a tres familias que tienen a sus respectivos hijos matriculados en el colegio público Lébor Alto de Totana a que los matriculen en otro centro al no conceder al centro 4º de Primaria para el próximo curso». El AMPA ha desplegado todo su arsenal a poco más de un mes de volver a las aulas para mantener a estos tres alumnos en el centro. Para ello han llegado hasta la Asamblea regional, donde esperan que los grupos políticos presionen al Gobierno regional para lograr su meta.

«Siendo conscientes de la situación actual por la covid-19, las familias y el equipo docente del colegio han pedido a la Consejería de Educación que, al menos, les sea concedido solo este curso, pues esto supone un coste cero en recursos y personal, y el centro está preparado para ello con el número actual de alumnos que hay matriculados para el curso 2020/2021».

Durante el pasado año escolar, el equipo del centro ha estado formado por dos docentes a tiempo completo y cinco a tiempo parcial. Además del auxiliar de conversación, el alumnado en prácticas y el personal de limpieza. «No contamos con conserje. Los docentes nos encargamos de abrir y cerrar puertas y ventanas, de encender y apagar la calefacción, de vigilar que los grifos se queden cerrados? Y entre todos, docentes, alumnos y familias, de la limpieza del patio».

Este centro rural ha ganado matriculaciones en los últimos años, de niños de familias llegadas de las zonas rurales de Lorca y de la localidad de Totana, por su método de enseñanza, según aseguran desde el centro. «La Educación Viva se centra principalmente en el aprendizaje autónomo a partir de las vivencias del alumnado en la circulación libre por los ambientes de aprendizaje».

Frente a esto, la Consejería de Educación alega que la pérdida de 4º de Primaria, e incluso no descarta quitar 3º, se debe a la falta de alumnos en el centro para cursar este año, la falta de espacio y la carencia de socialización que tendrían los menores. La inversión en la ampliación del centro también supondría un problema, según las respuestas dadas al AMPA desde Educación, pero los padres piden utilizar, por ejemplo, el centro social de Lébor como aula.

«Todo indica que quieren cerrar el centro», explica el AMPA, «que se queden nuestros alumnos ayudaría a descongestionar otros centros y mantener a los niños y las familias seguras en un centro rural».