Además del retrato oficial que presidía los salones de todas las instituciones públicas de la Región, era raro el político, empresario o alto directivo que no tenía sobre el escritorio de su despacho una fotografía personal con Don Juan Carlos. Aquellas imágenes con el monarca eran un equivalente al selfie actual, pero estaban mucho más cotizadas.

Sin embargo, las informaciones relativas a sus cuentas bancarias en el extranjero y el turbio origen del dinero que depositó en paraísos fiscales han devaluado la figura del rey emérito hasta el punto de que Podemos ya ha presentado una moción en el Ayuntamiento de Murcia pidiendo que se le cambie el nombre a la avenida Juan Carlos I de la capital. En la propuesta que se debatirá en el pleno municipal de septiembre el portavoz del Grupo Municipal, Ginés Ruiz Maciá, defiende que una de las principales avenidas de la ciudad «no puede llevar el nombre de una persona sobre la que acecha la sombra de la corrupción».

El portavoz de Vox, José Ángel Antelo, ha respondido que presentará otra moción para que se coloque «una gran bandera de España con una corona».

Por su parte, el alcalde de Murcia, José Ballesta, expresaba su «total respaldo y apoyo a S. M. Felipe VI, quien ha demostrado su papel ejemplar como jefe de Estado. En estos momentos críticos los españoles no podemos permitir que se produzca una crisis institucional. Por el interés general y la convivencia pacífica», defendía el regidor.

También el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, destacó la labor del actual jefe del Estado como «garante de la unidad de todos los españoles». «Nadie puede cuestionar el papel decisivo del rey emérito para la Democracia en España. Hoy, con su decisión, demuestra su compromiso con este país y la monarquía parlamentaria».

Desde que pasó por la Academia General del Aire (AGA) el rey emérito había mantenido especial vinculación con la Región. Juan Carlos I ha realizado visitas periódicas a San Javier con motivo de la entrega de despachos a los alumnos de la AGA y también ha viajado con frecuencia a Cartagena para participar en actos de la Armada.

Él mismo presidió la entrega del Despacho de Teniente del Ejército del Aire al actual rey, Felipe VI, cuando a su hijo le tocó pasar por la Academia del Aire durante el curso 1988-1989.

Cuando era cadete el rey emérito visitaba la ciudad de Murcia con frecuencia, ya que se alojaba los fines de semana en el palacio de Floridablanca, que era propiedad de su instructor, el marqués de Mondéjar. El histórico edificio situado en la plaza Ceballos, junto a la Comisaría y la antigua sede de Correos, pasó a convertirse en el hotel Arco de San Juan en los años 80 del pasado siglo, aunque está cerrado desde el mes de febrero.

Desde aquella época ha conservado grandes amistades en la Región. Además de presidir actos castrenses, el anterior monarca también realizó numerosas visitas oficiales a Murcia y a Cartagena para inaugurar la apertura del curso universitario, grandes acontecimientos culturales y monumentos como el Teatro Romano.

Las fotografías de aquellas visitas que se han conservado en los archivos confirman la familiaridad y la relación cercana que existía entre Don Juan Carlos y los responsables de las instituciones políticas de la Región con los que trató durante décadas, hasta su abdicación en el año 2014.

Una de sus últimas audiencias como jefe del Estado fue la del expresidente de la Comunidad Autónoma Alberto Garre, que acudió al palacio de La Zarzuela en mayo de 2014, varias semanas después de haber sido elegido jefe del Ejecutivo regional.