Las asociaciones de animales de la Región de Murcia hacen frente desde hace unas semanas a una lluvia de avisos de abandonos, a raíz de la llegada del verano y coincidiendo con el comienzo de la desescalada tras el encierro obligatorio producido por el coronavirus. Las protectoras alertan: el 2020 podría ser un año especialmente dramático para el abandono animal. Y la causa también está en el coronavirus.

«Sí, estamos saturados», apunta Alicia Ayala, presidenta de la Protectora de Las Torres de Cotillas Oh, My Dog!, que también se ocupa de la perrera de la localidad. Ayala explica que «llevamos dos semanas muy difíciles» y que estas situaciones de abandonos «son oleadas».

«De espacio, estamos bajo mínimos», manifiesta la responsable del lugar, que cuenta con voluntarios para pasear a los canes.

Con la previsión de que los abandonos pudieran dispararse, «nosotros, en la temporada de confinamiento total, no dábamos perros en adopción», revela Ayala.

Comenta que «uno de los puntos del proceso es visitar a los futuros adoptantes», algo que no podía hacerse durante el confinamiento. A eso se unía la sospecha de que hubiese gente que estuviera pidiendo adoptar un perro para tener una excusa para salir a la calle, en los días de estado de alarma en los que pasear a la mascota era una de las pocas cosas que estaban permitidas.

Faltan casas de acogida

Otro problema con el que se ven este tipo de asociaciones es el de la falta de hogares para ir acogiendo a los animales. «No puede ser que en una ciudad con casi cien mil habitantes solo se hayan ofrecido como casa de acogida, en lo que llevamos de año, cinco personas», lamentan desde la Sociedad Protectora de Animales de Lorca, al tiempo que recuerdan que «sin casas de acogida, se suspenden los rescates».

En la misma línea se muestra la citada protectora de Las Torres, pues «si no hay sitio, no hay recogida», indica su presidenta. Los animales «seguirían en la calle», admite, «si no se puede buscar una casa de acogida».

Lo que también pasó con el comienzo de la desescalada, explican varias protectoras, es que se juntaron con todas aquellas entregas de animales con propietarios que durante el confinamiento no recogieron. La excusa estrella de decir que se mudaban no les servía en pleno confinamiento.

Ante este panorama, las asociaciones aprovechan el poder de Internet para llegar a mucha gente para hacer 'publicidad' de sus animales, con el fin de que alguien se enamore de ellos, al verlos en foto o vídeo, y llame para gestionar la adopción. Es lo que hacen desde la protectora Ayuda Animal, en Murcia, que buscan un hogar para Rachel, que «es un amor de gatita, le encanta jugar y que le den mimitos», pese a lo cual «ha tenido dos familias interesadas, pero ambas días antes de recogerla se echaron atrás», explican.

Al mismo tiempo, en la Protectora de animales de Molina de Segura buscan casa para Suri, una perra que se caracteriza por dar «mimos por doquier» y por tener «una mirada cautelosa».

La mayoría de estas asociaciones son llevadas por estudiantes de Veterinaria y voluntarios, que, además de donaciones económicas, necesitan tener pienso de gato y perro, juguetes, arneses, piscinas, transportines y collares anti garrapatas, entre otros, por lo que, coinciden todas, es bienvenida cualquier ayuda.

Los abandonos en verano, especialmente los de perros, acaban en muchas ocasiones en muerte de por atropello, ya que los animales, desorientados, acaban deambulando por vías y carreteras, buscando, precisamente a quienes los han abandonado.

A principios del mes de julio se hacía público que el abandono de animales en España había aumentado un 25 % durante semanas y muchos de esos casos «eran de mascotas compradas en Internet durante el confinamiento», alertaban desde el Instituto de Políticas Públicas de Protección Animal (IPPPA).