Potenciar la internacionalización en las universidades de la Región ha sido el caballo de batalla de estas instituciones en los últimos años. Los rectorados han centrado esfuerzos en que esta área tenga más peso y más difusión dentro de sus universidades pero la pandemia por la covid-19 ha golpeado de una forma importante a las movilidades internacionales de cara al próximo año. La Universidad de Murcia y la Politécnica de Cartagena han tratado de frenar en las últimas semanas los rechazos a las becas de movilidad del programa 'Erasmus+' que ya estaban adjudicadas entre los estudiantes que las solicitaron para el curso 2020/2021.

«Tenemos un descenso drástico de la movilidad de estudiantes que llegan a la UPCT para estudiar y de los que salen desde nuestra universidad al extranjero», subraya Beatriz Marín, jefa del servicio de Relaciones Internacionales de la Universidad Politécnica de Cartagena. Hasta finales de julio, un total de 23 alumnos habían rechazado participar en el programa Erasmus para el próximo curso y 127 universitarios mantenían su plaza para estudiar en una universidad europea. Sin cifras todavía, la Universidad de Murcia intentaba salvar la pasada semana «el máximo número de convenios posibles modificando los acuerdos académicos para convencer a los estudiantes», señala María Senena Corbalán, vicerrectora de Internacionalización de la UMU.

No es el miedo a la situación epidemiológica originada por el coronavirus lo que les hace rechazar la beca, sino las posibles restricciones que durante un curso puedan llegar a implantarse en el país europeo al que viajan, según argumentan las universidades. «Les hemos aconsejado que no renunciaran», añade Corbalán.

Hasta hace pocas semanas la incertidumbre era la tónica que marcaba el trabajo de los servicios internacionales universitarios. A principios de julio la Comisión Europea despejó el camino aclarando, por un lado, que el programa Eramus se mantenía el próximo curso y, por otro, que habría financiación. Pese a todo, la recomendación principal tanto de la UMU, UPCT y la UCAM a los universitarios era que aplazaran hasta el segundo cuatrimestre la movilidad a la universidad europea elegida para realizar la estancia. Es decir, que no viajaran hasta febrero de 2021.

Pese a ello, habrá estudiantes que en este primer cuatrimestre del curso viajen a la ciudad europea donde se encuentre su universidad y deberán adaptarse a la modalidad de enseñanza que haya escogido dicha institución: «online, semipresencial o presencial en función de las restricciones que marque el país de destino para sus universidades», detalla la vicerrectora Corbalán. Para evitar este problema el programa Erasmus permite cursar los primeros meses de forma online desde la Región, «con toda la calidad en la docencia y máxima flexibilidad para generar confianza en el alumno».

Ante esta opción, el programa de movilidad no financiará con beca al alumno mientras permanezca cursando el Eramus en la Región, «pero sí le concederá el reconocimiento académico», apunta la vicerrectora. Beatriz Marín explica por su parte que «en el momento en el que haya un desplazamiento, haya o no haya clase presencial en la universidad de destino, la beca se pagará».

«No existen casi restricciones en la libre movilidad de estudiantes entre los países de la Unión Europea», explica Pablo Blesa, vicerrector de Relaciones Internacionales de la UCAM, institución que también ha tenido bajas, pero «pocas», y que mantiene a 334 personas como beneficiarios de una beca de movilidad internacional a alguna de las 399 universidades o empresas colaboradoras con las que mantiene acuerdos de cooperación.

Hasta ahora, todas las universidades socias a las que mandan alumnos. Habrá que estar atentos a las restricciones que impone cada país a los visitantes españoles de cara a septiembre, señalan desde estas instituciones, por lo que piden a sus estudiantes que tengan en cuenta «el billete de avión, la reserva del hotel o de la residencia, el seguro de viaje o de estancia en ese país o un seguro de devolución en caso de que haya limitaciones».

Las tres universidades explican que han puesto todas las facilidades para adaptar los acuerdos académicos y «no dejar solos a los estudiantes el próximo año».