El Servicio de Atención a la Diversidad y el Voluntariado (ADyV) se encarga de atender las necesidades socio educativas de los alumnos con discapacidad de la Universidad de Murcia. Han acompañado y asistido a Paco Cascales mientras recorría el camino hacia su graduación. El técnico de ADyV Antonio Pérez asegura a LA OPINIÓN que tanto ellos como el colectivo de sordos tienen «mucho que agradecerle a Paco».

Pérez explica que «el primer intérprete de lengua de signos que entró en la UMU fue para Paco» porque hasta ese momento no había habido alumnos con sordera profunda en el centro.

La entrada de Paco Cascales a la UMU supuso un antes y un después. Se realizó un trabajo de adaptación para alumnos con ese tipo de necesidades.

«Es un trabajo conjunto entre el centro, el alumno y el profesorado», relata Pérez, «tienen que estar motivados, entender cuáles son las carencias de esa discapacidad».

Es habitual, afirma el técnico de ADyV, que la gente piense que el único problema de los sordos es que no oyen, pero además, tienen problemas de comprensión lectora: «el simple hecho de entender eso le cuesta al profesorado», sentencia Pérez.

Pérez asegura que la entrada de Paco Cascales en la UMU hizo de «efecto llamada» para que más sordos se matriculasen, al saber que contarían con las ayudas necesarias para ellos.

«El curso pasado teníamos 6 intérpretes de lengua de signos con 5 alumnos. Se ha hecho intermediación para TFG, para prácticas... para todo», cuenta.

A Paco Cascales se le han adaptado todos los exámenes. «Esto significa un tipo de redacción específica para la dificultad de comprensión lectora que tiene. Hubo que hablar con los profesores para que hicieran una redacción específica», explica Pérez.

Además, coincidiendo con la entrada de Paco Cascales a la Universidad, «hubo una oleada a estudiantes con discapacidad que no le tenían miedo a un área que era más restringida para estos alumnos: las ciencias experimentales». Esto supuso que aumentasen los alumnos con discapacidad en este tipo de estudios.