Cerca de 60 personas que guardaban cuarentena en el pabellón Cabezo Beaza de Cartagena por haber estado en contacto con positivos de coronavirus forzaron la pasada madrugaba una puerta trasera y se marcharon del lugar, informan fuentes cercanas y confirma la Delegación del Gobierno.

La Guardia Civil, Cuerpo que coordina el dispositivo de búsqueda, tardaba pocas horas en localizar a siete de estas personas, en la misma madrugada. Horas después, a lo largo de la mañana de ayer, se localizaba a otros ocho, por lo que ya son al menos quince los que han sido localizados por los agentes.

Fuentes próximas al caso explicaron que los inmigrantes que ahora se han fugado serían los mismos que ya lo hicieron cuando estaban custodiados en el puerto de Cartagena. Todos dieron negativo en la PCR, aunque han de estar aislados por haber tenido contacto con positivos. Además, se da la circunstancia de que uno de los que se han ido tenía, horas antes de la fuga, mucha fiebre, por lo que estaba siendo vigilado de forma especial, por si tuviese síntomas compatibles con el coronavirus.

Desde las organizaciones humanitarias que se hacen cargo de estos extranjeros dicen que las condiciones de incertidumbre al llegar, así como la dificultad con el idioma, dan lugar a escenas de nerviosismo que, en muchas ocasiones, acaban en estampida.

Hay que recordar que aún no se ha localizado a una decena de los inmigrantes que salían corriendo del puerto la semana pasada. Por otro lado, una ambulancia se movilizaba ayer por la mañana al Cabezo Beaza para atender y trasladar al hospital a un joven que se había lesionado un pie.

"Condiciones deplorables"

En el pabellón, los inmigrantes están separados por vallas de plástico. Botellas de plástico vacías por el suelo y orines, por un problema con los aseos portátiles, marcaban el escenario de ayer por la mañana. En el pabellón hay, además de volunarios, seguridad privada, pero cuesta «controlar a tantas personas que, además, no están ni detenidas», explican quienes estos días están ahí, que llegan a tachar de «tercermundista» la situación.

Desde el Ayuntamiento de Cartagena recuerdan que han colaborado con Salud cediendo este espacio, que «se limpió en profundidad», instalaron rejas y facilitaron las vallas para mejorar la seguridad, pero insisten en que debe ser la Delegación la que ponga más medios para evitar nuevas fugas.