Los ayuntamientos de Murcia y de Cartagena han logrado los mayores ahorros en el presupuesto de 2019, cuyo destino está pendiente ahora de la decisión que adopte el lunes la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), aunque el Consistorio de José Ballesta no podrá disponer de los fondos sobrantes en la liquidación del pasado año. Según explicó el concejal de Hacienda de Murcia, Eduardo Martínez Oliva, este Ayuntamiento cerró las cuentas de 2019 con un superávit d 9,5 millones, pero no podrá disponer de ese dinero, porque acabó el ejercicio contable «con un remanente de caja negativo en dos millones», que impide cumplir los requisitos exigidos.

Por su parte, Cartagena obtuvo 4,1 millones de superávit cuyo destino está en el aire a la espera de la decisión de este lunes, lo que ha llevado a la alcaldesa, Ana Belén Castejón, a mostrar su «total oposición al plan del Gobierno central que impide a las entidades locales acceder de forma íntegra a su propio superávit». Recuerda que el Gobierno central autorizó en plena pandemia a utilizar 800.000 euros para gasto social y, hace escasas semanas, permitió el gasto de otros 300.000 para inversión en transición energética». Le quedarían por desbloquear tres millones, que Castejón se niega a ceder. «Nuestra posición está muy clara y no es otra que poder hacer uso de todo el remanente con total libertad, respetando la autonomía y la realidad de cada municipio», defiende.