Al menos cuatro de las personas que llegaron ayer en patera a las costas de la Región tienen coronavirus, confirma la Consejería de Salud. El control de este virus, que es una epidemia mundial, obliga a la puesta en marcha de un protocolo que hace que los inmigrantes permanezcan en el puerto hasta que se aísle a quienes compartían embarcación con los contagiados. Los portadores del covid son enviados al hospital.

Al menos tres barcazas arribaban al litoral murciano entre el viernes y el sábado, confirma la Delegación del Gobierno. La primera, una patera con once migrantes, de origen argelino, que fue interceptada sobre las ocho de la tarde del viernes; luego, otra con ocho personas más, interceptada sobre las diez de la noche al sur del Monte de las Cenizas. Entre los ocho viajeros, dos menores de edad y dos mujeres. Asimismo, otra patera era interceptada al sur de Cabo de Palos, pasadas las diez de la noche del viernes, con siete inmigrantes más, todos varones y de origen argelino. Ya en la noche de ayer, Delegación informaba de que se había interceptado una cuarta patera con quince migrantes también argelinos.

Todos fueron llevados a la dársena Escombreras, donde se les da una primera atención por parte de miembros de Cruz Roja y, posteriormente, se les hace la PCR, para saber si están infectados o no. Las primeras dejaron cuatro positivos, pero se continúan haciendo, según explicó Salud.

No solo desembarcaban pateras a la Región: también llegaban a la vecina provincia de Almería. En concreto, a San Juan de los Terreros (Pulpí), donde agentes interceptaban a extranjeros en la conocida como 'cala de la tía Antonia'.

Una de las claves de la oleada de pateras es el buen tiempo en alta mar: se espera poco oleaje, algo con lo que, subrayan fuentes policiales, cuentan las mafias a la hora de que las embarcaciones zarpen. Serían centenares de personas las que estarían preparándose en Argelia para el viaje, sospechan desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

La Consejería de Salud del Ejecutivo regional es el organismo competente para ocuparse de estas personas, según establecía el Ministerio de Migraciones en un protocolo dictado hace apenas unos días, tras la llegada de más de 400 personas en patera a las costas de la Región.

La nueva ola acarreaba, una vez más, un cruce de acusaciones. La vicealcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, responsabilizaba al delegado del Gobierno en Murcia, José Vélez, de la situación, y lo llamaba «irresponsable», dado que «sigue afirmando que está todo previsto mientras siguen habiendo fugas y llegando nuevas pateras». Además, reveló que «el permiso que otorgó el puerto para acogerlos en Escombreras finalizó ayer (por el viernes)», por lo que pregunta a Vélez «qué van a hacer a partir de ahora» y «a dónde van a llevar» a quienes arriben. Asimismo, Arroyo responsabilizó a la Delegación de la fuga de 59 personas del Cabezo Beaza.

El delegado contestaba que, «si el Ayuntamiento de Cartagena no está ahora de acuerdo con el lugar que ellos mismos ofrecieron a la Consejería de Salud», lo que pueden hacer es ofrecer «otras infraestructuras para que el Gobierno regional pueda custodiar a los migrantes en cuarentena», como marca el protocolo desde hace una semana.

«Hemos puesto a disposición de la Consejería de Salud a todos los efectivos de Guardia Civil y Policía Nacional, así como la colaboración del Ministerio de Migraciones», manifestó Vélez.