Los policías que custodian a pie de puerto, en Cartagena, a los inmigrantes viven «una situación insostenible, sin disponer de lugares adecuados de descanso ni aseo y bajo un sol que se traduce en elevadas temperaturas que pueden ocasionar en estos profesionales síntomas como fatiga, falta de concentración, náuseas, quemaduras y problemas a la vista, todo ello a consecuencia de una exposición prolongada a las radiaciones solares».

Así lo explican desde Jupol, sindicato mayoritario en la Policía Nacional, en Murcia y en España, que denuncia también que «actualmente, en muchas ocasiones, se está dejando en libertad a estos migrantes sin ni siquiera conocer si son positivos o no en covid, lo que supone un grave riesgo para la población general y un posible foco de rebrotes en las ciudades costeras españolas».

Asimismo, «desde esta organización sindical se denuncia la falta de civismo que muestran en muchos casos los inmigrantes, que han destrozado gran parte del mobiliario hospitalario que se les había facilitado para su estancia durante la cuarentena, para usarlo a modo de arma o de herramientas para lograr su escape», remarcan desde Jupol. El Virgen de la Caridad, hospital donde están ingresados la mayoría de argelinos infectados, fue escenario la semana pasada de altercados por parte de estos pacientes, lo cual obligó a la Policía Nacional a intervenir.

Las carpas del puerto, insisten, «no cumplen con las medidas mínimas de seguridad, higiene y habitabilidad», mientras los policías no tienen ni EPI.

Lamenta Jupol «la total falta de colaboración por parte de los migrantes recién llegados a las costas españolas, algo que, sumado a la falta de efectivos policiales, provocan la fuga de muchos de los inmigrantes de las zonas de cuarentena, sin saber si son portadores o no del virus o de otras enfermedades, causando un grave riesgo para la seguridad y la salud de todos los ciudadanos».