La descarbonización del planeta es uno de los objetivos que se han marcado países de todo el mundo de cara a 2050. Para lograrlo, la descarbonización de un elemento como el hidrógeno —responsable en la actualidad de más del 2 % de las emisiones totales de CO2 en el mundo—, que da lugar al hidrógeno verde, se revela como una de las claves.

Nuestra forma de vida necesita cada vez más vatios para funcionar y la descarbonización del planeta nos propone un mundo distinto para 2050: más accesible, eficiente y sostenible e impulsado por energías limpias, como el hidrógeno verde.

El hidrógeno es el elemento químico más abundante de la naturaleza. Su demanda global como combustible se ha triplicado desde 1975, como señala la AIE, hasta llegar a las 70 millones de toneladas anuales en 2018. Además, es una fuente de energía limpia que solo emite vapor de agua y no deja residuos en el aire, a diferencia del carbón y el petróleo.

La relación del hidrógeno con la industria viene de lejos. Este gas se ha empleado como combustible desde principios del siglo XIX para coches, dirigibles y naves espaciales. La descarbonización de la economía mundial, un proceso inaplazable, le otorgará más protagonismo y, si su producción se abarata un 50 % para 2030 tal y como vaticina el Consejo Mundial del Hidrógeno, estaremos ante uno de los combustibles del futuro.

El proceso para obtener hidrógeno verde se realiza a través de un proceso químico conocido como electrólisis. Este método utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, produciremos energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera.

La iniciativa más ambiciosa en este ámbito conocida hasta el momento se desarrollará en España, tras la alianza entre Iberdrola y Fertiberia, por la que la energética activará una inversión de 150 millones de euros para la construcción de la mayor planta de hidrógeno verde para uso industrial en Europa, que estará operativa en 2021.

Iberdrola se encargará de la producción del hidrógeno verde a partir de fuentes 100% renovables. La solución estará integrada por una planta solar fotovoltaica de 100 MW, un sistema de baterías de ion-litio con una capacidad de almacenamiento de 20 MWh y uno de los mayores sistemas de producción de hidrógeno mediante electrolisis del mundo (20 MW).

«Lanzamos el primer gran proyecto de hidrógeno verde de Europa, demostrando que gracias a las renovables y la innovación tecnológica es posible seguir dando respuesta a las necesidades de electrificación y descarbonización de nuestra industria. La iniciativa muestra el camino y las oportunidades que ofrece la transición energética para desarrollar proyectos innovadores como foco de la industrialización y el empleo en nuestro país», explicó Ignacio Galán, Presidente de Iberdrola.