Los consumidores están cada vez más interesados en comprar alimentos ecológicos, ya sea por respeto al medio ambiente o por salud, y eso se nota en la producción, que crece sin parar en todo el mundo. En el caso de España, aunque el público cada vez gasta más dinero en productos bio, el consumo aún es bastante limitado. No obstante, el país es líder en producción ecológica en Europa, según un informe elaborado por Ecovalia, asociación española que agrupa a profesionales del sector ecológico.

Para evitar errores, hay que señalar que los términos ecológico, orgánico y biológico hacen referencia a lo mismo: que las prácticas de producción agrícolas o ganaderas respetan los ciclos biológicos de los recursos naturales, que no utilizan pesticidas o fertilizantes sintéticos y que su huella de carbono es inferior a la de la producción convencional. Por eso, a la hora de conciliar una dieta saludable y respetuosa con el medio ambiente la receta es clara: consumir alimentos ecológicos y de proximidad.

España ocupa un lugar destacado entre los productores ecológicos de la Unión Europea. En 2018, ocupó el primer puesto en cuanto a superficie ecológica certificada, con 2.246.475 hectáreas, seguido de Francia (2.03.024 hectáreas) e Italia (1.958.045). En el mundo, hay una superficie total de 71 millones de hectáreas y España ocupa la cuarta posición, solo por detrás de Australia, Argentina y China.

Dentro del país, Andalucía es la comunidad autónoma que tiene más superficie con esta categoría (1.024.429 hectáreas), seguida de Castilla-La Mancha y Cataluña. Hay que destacar que en casi el 10% (9,7%) de su superficie agraria útil en España es ecológica. De media una persona en España gasta 46,6 euros al año en alimentos orgánicos. Muy poco si se compara con Dinamarca o Suiza donde sus habitantes gastan 312 euros de media al año.