Las prevenciones para evitar contagios por coronavirus hicieron que la entrega de despachos de la Academia General del Aire de este año fuera una celebración en la intimidad de la familia y la institución.

No acudieron autoridades civiles, solamente militares. Por cada uno de los 109 tenientes de la promoción, asistieron 2 familiares, en un acto presidido por el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Javier Salto Martínez-Avial.

Entre las filas vacías y las distancias de seguridad, los presentes escucharon el discurso del coronel de la Academia, Manuel de la Chica, en el que explicó que ha sido un año difícil para la AGA.

Después de sufrir las DANA del otoño pasado, sobrevino la pandemia para condicionar el curso completamente.

De la Chica tuvo unas palabras de recuerdo para los tres instructores y la alférez alumna fallecidos en los accidentes aéreos que han acontecido en los últimos meses. Afirmó que hablaba con «dolor y tristeza».

Fue un acto sin muchos de los elementos tradicionales de este evento. Además de la ausencia de autoridades civiles, no hubo desfile ni el protocolo habitual o la celebración posterior.

No obstante, sí se produjo el tradicional lanzamiento de gorros al aire, quizá el momento más reconocido de la entrega de despachos de la Academia General del Aire.

El homenaje a los caídos de este año se dedicó a los fallecidos a causa de la pandemia de coronavirus.

Exhibición de la Patrulla Águila

El evento se cerró con una exhibición de la Patrulla Águila, que dibujó con sus aviones en el cielo los colores de la bandera de España ante la mirada de los 109 tenientes de la promoción y sus familiares.