El fútbol regional también está en alerta. El pasado sábado, en San Pedro del Pinatar, se disputó el partido entre el Lorca Deportiva y el Atlético Pulpileño. El choque se desarrolló con normalidad y acabó con el ascenso del conjunto de la Ciudad del Sol a Segunda División B. Tras el encuentro, tal y como publicó ya ayer este diario, se conoció que dos futbolistas del equipo lorquino, Luismi y Baroni, habían sufrido una faringitis, y también se ocultó que un integrante del cuerpo técnico dio positivo por coronavirus, una noticia que trascendió ayer a mediodía y que confirmó a la Federación Murciana de Fútbol el propio afectado. Según las informaciones que facilitaron los implicados, éste no estuvo en los entrenamientos de la semana ni en el partido y estuvo confinado en su domicilio, aunque este positivo ha puesto en alerta a todos los participantes en el partido.

Mientras que el presidente del Lorca Deportiva, Hugo Issa, se mostraba molesto ya en la noche del domingo en el programa de televisión Comarcal TV por no haber realizado la Federación durante la semana pasada a los jugadores un test, algo que sí hizo previo a la disputa de las semifinales siete días antes, el máximo mandatario del Pulpileño, el empresario Mariano Muñoz Coronado, declaró ayer a este diario que «lo que más me preocupa es que un club como el Lorca Deportiva no comunicara que uno de los componentes de su cuerpo técnico había dado positivo. No sé qué va a pasar, pero vamos a hablar con la Federación para que se haga una prueba a todos los integrantes del Pulpileño, los árbitros y los directivos que estuvimos en el partido», indicó.

«No me importa el ascenso del equipo, me preocupa la salud de toda la gente que está a nuestro alrededor; estamos todos cagados», expresaba el presidente del Pulpileño, quien incidió en que «lo más grave es que sabían que había tres o cuatro jugadores que habían estado enfermos y no lo habían comunicado a nadie. Si ahora sale entre nosotros un contagiado, esto se va a poner feo», recalcó. Durante el pasado fin de semana se disputaron en todo el país los partidos de ascenso a Segunda B salvo uno, el Portugalete-Sestao River, que se suspendió al dar positivo la novia de uno de los futbolistas.