La Comunidad Autónoma ha solicitado al Ministerio de Transportes que la conexión por autovía desde Jumilla a Caravaca y a la provincia de Granada, que facilitará la comunicación entre Valencia y Andalucía por el interior, para se integre en la red del Corredor Mediterráneo, con el fin de que las obras puedan recibir financiación de Bruselas. Se trata de un antiguo proyecto, que lleva varias décadas en el cajón a la espera de que se complete la autovía de Murcia al Altiplano y la conexión de Yecla con Valencia, dado que la prolongación de este corredor desde Jumilla hasta el Noroeste permitiría viajar desde Valencia a Granada por el interior.

Su construcción permitiría descongestionar la Autovía del Mediterráneo, que soporta una elevada densidad de tráfico, sobre todo de vehículos pesados, y lleva años esperando la ejecución del tercer carril entre Crevillente y Alhama que ayude a aliviar la saturación de la A-7.

La Consejería de Fomento solicita que el Corredor Interior con Andalucía, que conectará la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Andalucía con Europa, se integre como un nuevo tramo de la red de mercancías por carretera del Corredor Mediterráneo.

De esta manera, la infraestructura podría acceder a financiación europea con fondos CEF (Mecanismo Conectar Europa), puesto que formaría parte de la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T Network), indica el Departamento de Díez de Revenga en un comunicado.

Añade que Fomento ha remitido una carta al ministro José Luis Ábalos y al comisionado español del Corredor, Josep Vicent Boira, para reclamar que su Departamento traslade esta petición a las instituciones europeas para aumentar la vertebración por el interior de España y la conexión con Europa y las comunidades limítrofes de Andalucía y Valencia.

Así lo anunció el consejero de Fomento e Infraestructuras, José Ramón Díez de Revenga, al alcalde de Caravaca de la Cruz, José Francisco García, durante una reunión en la ambos analizaron las ventajas de esta nueva infraestructura que conectará los tres ejes viarios de gran importancia entre el Sur y el Levante y descongestionará el tráfico de la autovía A-7.

En concreto, se trata de unir las autovías que discurren entre el Altiplano-Valencia (A-33) con la que une Madrid con Murcia (A-30) y la de Almería y Sevilla (A-92N). Supondría la construcción de 181 nuevos kilómetros de autovía con una inversión de aproximadamente 623 millones de euros.

El consejero destacó que este corredor «recuperaría el itinerario histórico de conexión de la Región de Murcia con Andalucía», por Caravaca de la Cruz, Puebla de Don Fadrique y Baza, al tiempo que dará continuidad al eje interior que discurre paralelo a la Autovía del Mediterráneo para conectar la Región con la Comunidad Valenciana y con el corazón de Europa.

Por otra parte, la Comunidad Autónoma también tiene en proyecto desde hace varias décadas la conexión por autovía entre Caravaca y Lorca, que hasta ahora no ha llegado a conseguir financiación.

Este ramal permitiría conectar el corredor interior entre Valencia y Andalucía con la A-7, facilitando así la posibilidad de que el tráfico con destino a Valencia que discurre paralelo a la costa pueda evitar el paso por Murcia y Alicante, desviándose hacia Caravaca y Calasparra para salir a la Venta del Olivo. La Comunidad ha barajado distintas fórmulas para costear esta obra en los últimos años.