El Palacio de Aguirre de Cartagena fue ayer el punto de encuentro entre las tres administraciones públicas para abordar las acciones necesarias para gestionar con eficacia la cuarentena de los cientos de inmigrantes llegados en patera el pasado fin de semana a las costas de la Región (454 argelinos desde el viernes, 17 con PCR positivo, y 350 con obligación de permanecer en cuarentena).

Dos de los temas que se trataron fueron la posibilidad de trasladar a los inmigrantes a la Escuela de Infantería de Marina General Albacete Fuster en Tentegorra o a un pabellón deportivo municipal en el Polígono Cabezo Beaza, la opción más probable debido al silencio del Ministerio de Defensa y la Delegación del Gobierno con respecto a las instalaciones militares, actualmente en desuso.

A la reunión asistió el consejero de Presidencia, Javier Celdrán; la consejera de Administración Pública, Beatriz Ballesteros, el secretario general de la Delegación del Gobierno, Francisco Jiménez; la alcaldesa y vicealcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón y Noelia Arroyo, y el director gerente del Servicio Murciano de Salud, Asensio López, entre otros.

Aunque todos defendieron la necesidad de trabajar conjuntamente y de manera coordinada, no faltaron los reproches recíprocos, entre otros, los del consejero de Presidencia, Javier Celdrán, que denunció que la Delegación del Gobierno «no informó de nada desde que empezaron a llegar las pateras», o los de la alcaldesa de Cartagena, la exsocialista Ana Belén Castejón, que ha confirmado que no llegó ninguna comunicación oficial sobre la llegada de inmigrantes, como tampoco sobre el traslado de algunos procedentes de otros municipios, en referencia a los autobuses llegados desde Águilas. Castejón ha descrito esa falta de comunicación como «una irresponsabilidad enorme» y ha llegado incluso a reconocer que con otros delegados del gobierno la comunicación era «más fluida». Por otra parte, la alcaldesa de Cartagena ha advertido que todo apunta a que a partir del próximo miércoles se producirá una nueva oleada, «vamos a vivir momentos muy duros, por lo que debemos dejarnos de historias políticas y trabajar conjuntamente con lealtad y sensibilidad».

La buena sintonía entre el Consistorio cartagenero y el Gobierno regional se hizo patente en la reunión; el consejero de Presidencia, Javier Celdrán, expresó públicamente su agradecimiento al Ayuntamiento por su ofrecimiento a prestar instalaciones municipales: «La alcaldesa se ha puesto a disposición desde el primer minuto».

El consejero también cree necesaria una coordinación entre las tres administraciones, «el Ayuntamiento ofrece el polideportivo y otros servicios, desde la CARM llevaremos a cabo la atención asistencial y la atención de política social y pediremos a la delegación del Gobierno que se encargue de la custodia de estas personas mientras guardan cuarentena».

Se da la circunstancia de que la Delegación del Gobierno convocó para la tarde de ayer una reunión similar, algo «absolutamente innecesario» según el consejero de Presidencia.

Preocupación por la escalada de tensión en el dispositivo del Puerto de Cartagena

La Guardia Civil localizó ayer en Cabo de Palos a ocho inmigrantes que se habían escapado el domingo pasado tras llegar en patera a Calblanque. Aún continúa el rastreo táctico en busca de otros que también pudieron llegar y escaparon, todos ellos serán enviados a la Dársena de Escombreras, al dispositivo habilitado a tal efecto donde los sanitarios realizarán las pruebas pertinentes.

Además, la Guardia Civil también busca desde la noche del domingo al lunes a cuatro inmigrantes con PCR positivo que se fugaron de un albergue en Torre Pacheco.

Según fuentes cercanas al dispositivo en el Puerto de Cartagena, se está procurando por todos los medios evitar un levantamiento generalizado de los inmigrantes allí ubicados, como el que se produjo hace pocos días en Sicilia, pero ya se habrían producido las primeras tensiones entre este colectivo y las autoridades locales y estatales que vigilan la zona.