La Bodega Casa Rojo, situada en el Valle de La Raja, en pleno Altiplano de la Región de Murcia, vuelve a ser distinguida por su manera de trabajar. En esta ocasión, el reconocimiento recae de nuevo en su forma de acercar la cultura del vino a los aficionados y seguidores de este sector, al mismo tiempo que se muestran algunos de los procesos de su elaboración: lo que hoy en día viene a denominarse 'Enoturismo'.

Tras volver a abrir sus puertas al público hace escasas semanas, una vez las medidas de seguridad y los protocolos anti covid-19 se han podido implantar, la bodega acaba de ser elegida por el Instituto de Turismo de la Región de Murcia como uno de esos momentos imprescindibles que hay que vivir dentro del turismo regional.

Casa Rojo Sunsets

La Bodega ha sido recientemente enmarcada en la campaña 'Momentos Seguros', que recoge más de una veintena de actividades únicas desarrolladas por todo el territorio regional, las cuales cuentan con todos los protocolos y planes de actuación necesarios para crear espacios seguros frente a la covid-19.

De esta manera, los amantes del buen vino disponen de la oportunidad perfecta para disfrutar de la experiencia denominada 'Casa Rojo Sunsets', que cada viernes de verano se celebra al atardecer en la terraza-mirador de la bodega, frente al extenso viñedo propio. La música en directo y la indescriptible (según cuentan los visitantes en las redes sociales) puesta de Sol que se puede contemplar en la parte baja del Valle formado entre las sierras de La Pila y de El Carche suponen la guinda a una visita completa que aborda viticultura, elaboración y por supuesto, una increíble cata-maridaje.

Casa Rojo, reconocida hace un año con la Mención Especial a 'Mejor bodega de España abierta al turismo' por parte de la Asociación Nacional de Rutas del Vino de España, experimentó un incremento importante de solicitudes de visita, tal y como explica Fran Hidalgo, director de comunicación y sumiller de la bodega: «Ahora se han reducido el número de visitas y de personas en las mismas durante estos meses de verano con la finalidad de aplicar un control exhaustivo de los protocolos necesarios para crear un momento seguro durante toda la experiencia».

En la actividad que se celebra cada viernes (hasta el próximo 11 de septiembre incluido, si las circunstancias lo permiten), los 15 asistentes realizan una primera salida al viñedo donde conocen de primera mano el trabajo que el equipo de la bodega realiza en los viñedos de Monastrell, Garnacha, Syrah y Petit Verdot que rodean la finca. Posteriormente, en el interior de la propia bodega, profundizan en las distintas labores de vendimia, como son la selección de la uva y la vinificación (fermentaciones en fudres de roble francés, crianza oxidativa en barrica francesa y americana o paso por ánforas de arcilla italianas).

Pero sin duda alguna, el plato fuerte de la actividad llega con el inicio de la cata-maridaje. El Sol desciende por el Valle y tiñe de anaranjado los viñedos alineados mientras la música y la charla de los asistentes crean el ambiente perfecto para disfrutar de la primera copa de vino, que marida precisamente con eso, con el momento.

Tras la puesta de Sol comienza una cena de seis platos elaborados por Mari Carmen Celdrán, chef de la bodega, que cuentan con el maridaje de seis vinos de Casa Rojo, comentados por el sumiller Fran Hidalgo, entre los que cabe destacar su MMM (Macho Man Monastrell), cuyos aromas reflejan a la perfección el terreno de monte bajo, donde el romero, el tomillo y la lavanda tienen protagonismo, y La Marimorena, su blanco de uva Albariño que aúna toques florales de jazmín y violetas que son arropados por una destacada fruta con presencia principal de aromas frescos a melocotón.

La noche se abre paso y sólo las estrellas son testigos directos de cómo el vino abre los corazones, el excelente maridaje alienta el espíritu y la charla distendida ensalza la belleza de un momento que mejor, sin duda, vivirlo que contarlo.