La Región de Murcia tiene amparadas bajo tres denominaciones de origen protegidas más de 47.000 hectáreas de viñedo. Los municipios del Altiplano, Yecla y Jumilla, junto con la localidad del Noroeste, Bullas, son los tres paraísos con denominación donde reina la uva tinta de la variedad Monastrell, auténtico emblema de esta tierra.

Junto a este fruto de racimos pequeños y apretados también conviven cepas de Garnacha, Cabernet Sauvignon, Garnacha Tintorera, Merlot, Syrah y Tempranillo. Y los vinos blancos de la Región se producen principalmente tras la cosecha de variedades como Macabeo, Airen, Pedro Ximénez, Malvasía y Chardonnay, entre otras. Todos estos tipos de uva se pueden saborear a pie de viñedo a través de la 'Ruta del Vino', que ofrece un guía enoturística para recorrer cada una de las tres denominaciones de origen protegidas de la Comunidad Autónoma. En el casco urbano de Bullas se conservan más de 200 bodegas tradicionales, la mayoría construidas entre los siglos XVIII y XIX.

Por su parte, Yecla guarda una experiencia única que transporta al origen de una tierra cuyas raíces se hunden en la tradición vitivinícola de los fenicios. Por último, Jumilla aglutina una visita enriquecida a través de su legado patrimonial y su cultura ancestral.

Más de 700.00 hectolitros

La producción de vino en la Región supera los 700.000 hectolitros al año. Esta cifra sitúa a la Comunidad entre las diez más productoras de España y demuestra la tierra de vinos que es Murcia. Además de Jumilla, Yecla y Bullas, la fabricación se extiende también hacia otros puntos de la comunidad autónoma. Las comarcas de Abanilla y del Campo de Cartagena tienen bodegas amparadas bajo la catalogación de indicación geográfica protegida. Sus botellas se comercializan como 'Vinos de la Tierra' y guardan detrás la impronta de una fabricación prácticamente artesanal, además de un sabor totalmente distinto a la terna de denominaciones protegidas.