Alrededor de medio centenar de agentes de la Policía Nacional se desplegaban en el puerto de Cartagena ante la llegada de 418 personas en 31 pateras a las costas de la Región durante las últimas horas. En concreto, se desplazaron a la ciudad portuaria efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de Valencia (los antidisturbios), de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y uniformados tanto de Cartagena como de Murcia, tal y como indican fuentes policiales.

Estos funcionarios a pie de puerto viven, desde el viernes, una situación «caótica y sobrepasada», afirman desde Jupol, sindicato mayoritario en el Cuerpo. A las personas interceptadas se sumarían las, previsiblemente, decenas más que alcanzaron la playa en su barcaza y echaron a correr, dejando la embarcación abandonada.

«No pueden estar con evasivas, no puede pasar de este año; pues, a lo insólito de este efecto llamada, se suma la gravedad de esta pandemia», subraya Alberto García Vilas, secretario regional de Jupol Murcia, que hace hincapié en «las misérrimas condiciones en las que se encuentran tanto los migrantes como los policías que los custodian». «Desde la ultimas pateras llegadas a Cartagena, hace apenas unas semanas lo único novedoso que hemos podido ver es que la custodia policial se está llevando a cabo en otro punto del puerto (desde el viernes, en Escombreras en vez de en la zona de Santa Lucía) y con un aumento insuficiente e innecesario de unas carpas de una oenegé», lamenta Jupol, que pide pruebas PCR para todos los agentes que hayan tenido contacto con los inmigrantes, para confirmar si están contagiados del coronavirus.

Al menos siete de las personas que alcanzaban la costa de la Región en patera tienen el virus, según confirmaba ayer Salud. Estos infectados siempre son hospitalizados, aunque su estado, a priori, no revista gravedad. Quienes viajaron en la misma barcaza han de hacer cuarentena.

A los viajeros de cada patera se les asignaba una carpa distinta, para que no se mezclasen entre ellos, para evitar contagios. Ahí, en la valla roja que había delante de cada carpa, colgaban su ropa. En la puerta, un retrete portátil para cada núcleo de viajeros. Dado que son muchos, se han desbordado las previsiones y faltan pruebas PCR por hacer, por lo que muchos de ellos, la mayoría, tuvieron que pernoctar en el puerto. Una hilera de ambulancias aguardaba a pie de puerto, donde más de 150 voluntarios de Cruz Roja habían sido llamados, porque hacían falta muchas manos para ayudar.

No caben en El Valle

A principios de mes, Salud y la Delegación del Gobierno acordaron poner a disposición de este organismo el albergue de El Valle, en Murcia, para acoger a los inmigrantes que se vean obligados a hacer cuarentena, al igual que durante el confinamiento se acogió a personas sin hogar. Sin embargo, responsables de El Valle consultados por esta redacción explicaron que en sus instalaciones hay sitio para dar cobijo a alrededor de 40 personas, y en ningún caso a 400.

Desde el departamento de Vélez recuerdan que la Policía Nacional solo puede custodiar a los extranjeros un máximo de 72 horas, tras las cuales son «ciudadanos libres». No obstante, pasados los tres primeros días, «se les plantea acogerse voluntariamente al programa de acogida del Ministerio de Migraciones», detallan desde la Delegación. La mayoría de los extranjeros acceden a entrar a formar parte de este programa, en virtud del cual se les facilita alojamiento y comida, y se les ayuda para que, posteriormente, encuentren un trabajo.

La Secretaría de Estado de Migraciones ha dictado un protocolo para unificar actuaciones en toda España con los inmigrantes, «una población especialmente vulnerable al covid» , consideran desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Ahora, la Consejería ha de «establecer el lugar donde guardarán confinamiento» quienes iban en patera con los contagiados, destacan desde la Delegación del Gobierno, al tiempo que insisten en que «al ser este un asunto de salud y epidemiológico, es la Consejería de Salud del Gobierno regional quien tiene que determinar el lugar al que trasladar a las personas que deben guardar cuarentena».

Ante esta situación, la Consejería de Salud pidió ayer a la Delegación que se habiliten instalaciones como la Escuela de Infantería de Marina General Albacete Fuster para asegurar la cuarentena de los inmigrantes que hayan estado en contacto con los ocupantes de pateras que han dado positivo.