En algún rincón de la ciudad de Murcia, un olivo crecerá en memoria de las víctimas que el coronavirus se ha cobrado en la Región. Y junto a él, una placa tendrá por «siempre en nuestro recuerdo y nuestro corazón» a todas las personas que perdieron la vida a causa de la pandemia. Dos familiares de fallecidos fueron los encargados de descubrir esta placa ayer, durante el acto homenaje a las víctimas del coronavirus celebrado en la plaza del Cardenal Belluga, en el que se iluminaron 151 velas por cada una de las víctimas de esta enfermedad y se mandó un mensaje contundente: la lucha contra el virus no ha terminado.

«El mejor homenaje es que todos se impliquen, se protejan y cumplan las normas para que no tengamos que volver a vivir una situación como aquella», fueron las palabras de Sonia Sánchez Martínez, coordinadora de Enfermería del 061 que conoce el coronavirus como profesional y, también, como afectada. Sonia habló en nombre de todos los colectivos que han luchado y siguen luchando en primera línea contra el virus, «porque nos necesitaban, porque como nosotros tenían miedo, pero confiaban en nosotros. Éramos la muralla que les protegía contra la enfermedad».

«El coronavirus sigue aquí, os pido que no lo olvidéis», concluyó Sonia. Un mensaje que apoyó María Dolores Sánchez, hija de Julián, un guardia civil retirado de Archena que fue víctima de la covid-19: «Tened presente que esta lucha no ha terminado. Esto no es un juego». Muy emocionada, María Dolores recordó a su padre y en nombre de todos los familiares de las víctimas pidió que «nos tomemos en serio las precauciones y sigamos las recomendaciones de los sanitarios».

«No ofendamos el recuerdo de las víctimas. Resulta muy complicado explicar qué se siente al perder a estas personas que lo significaron todo. Tanto a afectados como a no afectados, se nos ha tambaleado el mundo», exclamó.

«Mirar al miedo y ser valientes»

Autoridades, alcaldes y alcaldesas, militares, sanitarios... todos ocupando sus sillas, con la debida distancia de seguridad, rodearon la plaza del Cardenal Belluga en un acto de homenaje para que un millón y medio de personas recordaran a los fallecidos, dieran ánimo a los que siguen enfermos y la enhorabuena a los ya recuperados. Una noche para ofrecer apoyo a las familias de afectados y fallecidos y dar las gracias a todos los que han ayudado en la lucha contra esta enfermedad.

Con el Himno de España, interpretado por el grupo de cuerda de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, comenzó una velada que también tuvo el toque musical de Ismael Galiana, quien interpretó una de las canciones de su tío, José María Galiana, un músico y cantautor murciano víctima de la covid. Y el cierre lo puso la espectacular voz de Ruth Lorenzo con su tema Miedo, un sentimiento al que pidió «que miremos a los ojos y seamos valientes».

La emotividad de la noche también vino dada por la ofrenda de velas que hicieron el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras; el alcalde de Murcia, José Ballesta; y dos afectados de coronavirus quienes, poniendo las últimas cuatro velas, llegaron a un total de 151, iluminando la noche y recordando a cada una de las víctimas del coronavirus en la Región de Murcia.

Un minuto de silencio y el toque de difuntos de las campanas de la Catedral dieron por terminado un homenaje que comenzó previamente con una misa funeral oficiada por el obispo emérito de Burgos, Francisco Gil, en la que se pidió por el final de la pandemia y «en recuerdo a los 151 hermanos que han muerto en la Región de Murcia y por todos los de España» para quienes el prelado murciano pidió la vida eterna.

«No estéis tristes, pues la muerte no es definitiva para nadie. Vuestros seres queridos no han desaparecido para siempre, nos quedan sus sonrisas y sus miradas. Mucho ánimo a todos, queridas familias», añadió el obispo en la emotiva ceremonia que dio paz entre los creyentes de las familias de las víctimas.