Celia Martínez Mora, investigadora del IMIDA y representante del Pacto por el Mar Menor, ha recopilado en un libro los artículos que ha publicado en La Opinión durante los últimos años como integrante del Foro Ciudadano de la Región de Murcia, además de un par de relatos literarios y otras colaboraciones periodísticas. La obra, que se titula Mar Menor dentro de ti, ofrece la visión sobre la crisis de la laguna salada de la científica, que ha sido concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de San Javier y directora general de Investigación e Innovación del Gobierno regional.

Como doctora e ingeniera Agrónomo que ha vivido toda su vida junto al Mar Menor, Celia Martínez Mora cuenta la catástrofe como «un ecocidio» y como una pérdida personal a la que no se resigna, porque el contacto de las aguas tranquilas y transparentes forma parte de la biografía de la autora, que perdió el oído a los ocho años, pero tiene una especial capacidad de percepción que la ha dotado de una sensibilidad a flor de piel.

«Desde que perdí la audición sabía que había a mi alrededor un mundo muy intenso, pero cuando llegaba el verano y me metía en el Mar Menor descubría un espacio lleno de vida en el que había silencio». La autora describe así el recuerdo del paraíso perdido en el que dejaba de ser una niña con una discapacidad auditiva y podía disfrutar de una percepción en la que no había límites.

«Mi historia personal con el Mar Menor fue la de la búsqueda de los sonidos en el fondo para hacerlos emerger cuando el mundo sonoro decidió despedirme. Él me ha dado capacidad de lucha y un sentido de la belleza y la intimidad propio. Porque tengo impresas en mi piel sus caricias de olas y mareas. Porque en mi universo de silencio literal cuando cierro mis ojos, lo siento y revivo una y otra vez frente a las inmersiones que hoy muestran un ecosistema arrasado, como un campamento destruido ante el paso de seres despiadados cegados por la codicia y con el peso de la estulticia».

Ahora se pregunta: «¿Cómo se contará este drama en las generaciones futuras?». Por eso ha querido «dejar un testimonio escrito» que salve de la catástrofe los paisajes de su memoria. Se lamenta igualmente de que no exista una asignatura, como la que ella estudió, dedicada a dar a conocer el valor de los espacios naturales como el Mar Menor para que los alumnos conozcan y sean conscientes del patrimonio que heredan y de la importancia de su preservación.

«El gran drama del Mar Menor ha sido ser bello y frágil en un lugar donde quienes deben velar por su protección carecen de conocimiento y sensibilidad hacia el medio natural», explica la investigadora que desde el Pacto lucha por evitar su muerte definitiva.

Advierte igualmente de que la destrucción de la laguna salada está produciendo también la desaparición «del comercio local y del sector turístico en las poblaciones del litoral, que se han venido abajo».

Considera necesario que la Administración establezca ayudas para evitar «la degradación social y mantener la calidad de vida de las personas que están ligadas a la zonas». También propone articular un plan para ayudar a los pequeños agricultores a conseguir que una parte de su producción esté orientada al comercio local y vaya creándose una red de cercanía. «Piensan al revés», se lamenta.

El libro que publica la editorial Malbec y se presentará en San Javier el próximo 30 de julio, recopila los artículos de opinión que ha escrito durante años, la mayoría de ellos para La Opinión, en los que habla «dentro de mí hacia fuera».

«Esta es una publicación inconclusa, ya que quienes lo amamos no nos resignamos a dejarlo ir. En el fondo formamos parte de una especie que tiene capacidad de enmendar sus errores y paliar sus terribles consecuencias». En el libro ha incluido también dos relatos que son fruto de su pasión por la escritura.

El prólogo lo ha escrito el catedrático de Evolución Vegetal de la UMU José Sebastián Carrión y el prefacio es de Isabel Rubio, portavoz del Pacto por el Mar Menor.