Ni fertilizantes orgánicos ni inorgánicos a menos de 1.500 metros del Mar Menor. La Junta de Gobierno de la Confederación Hidrográfica del Segura aprobará presumiblemente hoy una serie de medidas cautelaras para cortar de raiz la contaminación del acuífero cuaternario del Campo de Cartagena por nutrientes de origen agrario. La CHS ha delimitado en cuatro zonas el perímetro superficial del acuífero y establece que la zona 0, la más próxima al Mar Menor, es la que presenta una mayor vulnerabilidad a la contaminación por nitratos, de procedencia agraria o urbana.

Esta zona presenta 1.190 hectáreas de superficie agraria y se detectan en ella los valores más altos de contenidos en nitratos en aguas subterráneas y se ubica en entornos inundables, lo que favorece la existencia de escorrentías de aguas superficiales y la infiltración al acuífero de agua que han lavado los terrenos de cultivo. Para evitar la contaminación de esta zona que se ubica a menos de 1.500 metros de la laguna, la CHS propone prohibir el uso de cualquier tipo de fertilizante orgánico e inorgánico.

Solo se admitirá el uso de abonos con carácter temporal y durante un plazo máximo de seis meses en los cultivos leñosos existentes. La Confederación también señala que la supervivencia futura de estas explotaciones, una vez superado el plazo de seis meses, quedará condicionada a que los correspondientes «sistemas de monitorización, control y seguimiento, tanto del uso y la aplicación del agua de riego como de la fertilización, confirmen que no se está produciendo infiltración al acuífero de aguas de retorno de riego con contenido en nitrógeno», según señala un informe al que ha tenido acceso este periódico.

Para estos cultivos leñosos en la zona 0 y en las producciones en la zona A2 (la CHS establece zonas 0, A1, A2 y B) la CHS quiere fijar una cantidad máxima de empleo de nitrógeno. Los niveles de esta sustancia procedente de abono orgánico no superará los 130 kg de nitrato por héctarea al año, salvo en el caso de cultivos en conversión o calificados oficialmente como ecológicos, para los que dicho valor se amplía hasta los 170 kg N/ha/año.

La CHS y el Ministerio para la Transición Ecológica intentarán sacar adelante estas medidas en la Junta de Gobierno de este jueves, donde asistirán representantes de los Gobiernos murcianos, valenciano y manchego, así como comunidades de regantes o la Mancomunidad de Canales del Taibilla.

Con la aprobación de estas medidas antes de declarar oficialmente de masa de agua del acuífero de Cartagena en riesgo químico la CHS busca controlar en todo el perímetro afectado por la contaminación de aguas subterráneas el control de vertidos y explotación de sondeos. Con este control de vertidos la Confederación plantea que no se otorguen autorizaciones que supongan la realización de un vertido directo al terreno en todo el ámbito de la declaración. «Quedan por tanto prohibidas las fosas sépticas destinadas a la recogida de aguas residuales de viviendas existentes que puedan provocar una infiltración al terreno», señala la CHS en su informe.

La competencia en vigilar estas medidas recaería sobre el Gobierno regional, a quien la CHS pide que cree las Entidades Colaboradoras de la Administración Agraria (ECAA) para vigilar el cumplimiento de los límites impuestos al uso de fertilizantes y pesticidas y al control de la fertirrigación.

Protesta política

La protesta política llega por parte del Partido Popular, que le señala a la CHS que «no puede adoptar decisiones que suponen más restricciones y limitaciones, además de nuevas delimitaciones de zonas que van en contra de los pactado en la Asamblea».

Desde la CHS remarcan que estas medidas, si son aprobadas, «se reenvían a la CARM, que es la competente para aplicarlas». Si la ley del Mar Menor «las corrige o amplía» no existiría ningún problema en que se llevaran a cabo las que plantea el texto que se votará en el pleno de la Asamblea el próximo 22 de julio, pero no se podrían «reducir».