Las universidades de la Región se enfrentan el curso que viene a un reto complicado a la hora de diseñar las clases teóricas o prácticas de sus grados. Entre los principales problemas que encuentran son la limitación de los espacios dentro de las aulas, insuficientes para mantener la distancia de 1,5 metros entre todos los alumnos como establece la normativa estatal en los centros educativos y el tránsito de estudiantes y profesores dentro de las facultades y en los campus.

Lo que queda claro a día de hoy es que todas ellas, tanto la Universidad de Murcia, Universidad Politécnica de Cartagena y Universidad Católica de San Antonio, ven claro que el modelo con el que comenzarán en septiembre las clases será el semipresencial. Apostarán por impartir las clases teóricas de forma telemática y las prácticas se intentarán hacer la mayoría presencial.

Estas semanas los profesores de las universidades públicas llevan a cabo tres adaptaciones de sus guías docentes para el próximo curso, tres escenarios que contemplan las clases presenciales si la evolución de la pandemia es muy buena y así lo recomiendan las autoridades sanitarias, la semipresencialidad (opción más factible a día de hoy) y la online si hubiera otro confinamiento. Tienen como límite para entregar estas guías a los directores de departamento para que sean aprobadas por la facultad hasta la fecha de las matriculaciones, en este caso antes del 24 de julio.

La idea con la que parten es que todas aquellas materias que se tengan que impartir presencialmente se haga de una forma condensada, sin llegar a eliminar contenido académico y sin perder la referencia de impartir 10 horas por crédito universitario. La presencia del alumno en la facultad se deberá limitar a uno o dos días a la semana y que pueda concentrar sus clases en las menos horas posibles. Esta cuestión, en las tres universidades, se quiere resolver planteando turnos escalonados en las clases, con grupos reducidos que sigan las clases prácticas o algunas teóricas de forma presencial mientras que la otra parte de la clase asiste vía online. «No va a ser los mismo en un grado u en otro, eso está claro. Habrá asignaturas prácticas como las clínicas o científicas que se tengan que llevar a cabo en grupo pequeños en clase, y otras que puedan condensar el contenido en un solo día a la semana», señala Francisco Javier Martínez, vicerrector de Calidad de la UMU.

En la UCAM primará el desarrollo presencial de las prácticas a través de grupos reducidos. «Igualmente la universidad ha elaborado distintas actividades complementarias a través de la simulación sanitaria, desarrollo de supuestos prácticos y distintas herramientas virtuales para garantizar la adquisición de competencias prácticas por parte del estudiante», refleja el vicerrector de Calidad, Manuel Ruiz.

Los alumnos con asignaturas cruzadas de diferentes cursos, un perfil frecuente en las universidades, es otro problema que intentan gestionar desde estas instituciones. En las adaptaciones y cambios de horarios estará presente la casuística de este alumnado a la hora de conseguir que se solapen las menos asignaturas posibles. «No hay clases únicas de 40 estudiantes, no son siempre los mismos y no podemos tener a un alumno ocho horas en un campus, hay que reducir su presencia», señala Luis Javier Lozano, vicerrector de Profesorado.

Posible positivo por covid

Las universidades también plantean qué hacer en caso de que se dé un positivo en algunos de sus centros. Se establecerán protocolos claros, y desde el momento en el que se confirme el contagio se rastreará a todos los posibles contactos que hayan estado en la misma aula o cerca de él en la facultad para ponerlos en cuarentena. Se dará parte a la Consejería de Salud y se procederá a la desinfección del centro.

La UMU instala cámaras web en las aulas para clases online

La Universidad de Murcia ha instalado cámaras web en casi todas las aulas de sus centros para que los alumnos, tanto si se opta por una modalidad online o semipresencial, puedan seguir las clases en directo. Esta instalación es, según el rectorado, la inversión más grande en cuanto a adaptaciones que se ha hecho en la UMU por las circunstancias de la pandemia. Señalan también que en caso de volver a un confinamiento, permitirán a los profesores impartir clases en el aula con sus alumnos siguiendo la explicación desde sus casas. En una misma clase también se han instalado varias cámaras desde distintos ángulos, y se podrá visionar la pantalla del ordenador del profesor para las explicaciones.