Pese a que el Gobierno autonómico ha decidido que la mascarilla sea obligatoria en todos los espacios públicos de la Región, abiertos y cerrados, aunque sea pueda guardar la distancia de seguridad, hay excepciones. Por ejemplo, los bares.
Y es que se podrá seguir comiendo y bebiendo fuera de casa sin el tapabocas: obviamente, hay que retirarse esta protección para llevarse el vaso a la boca.
El presidente López Miras decía este lunes que podrá retirarse "cuando se esté ingiriendo algún alimento o alguna bebida".
Hay otro supuesto en el que el tapabocas no será necesario: cuando se salga a hacer deporte. Los explicaban en mayo a este periódico responsables de gimnasios de la Región: puede ser contraproducente, porque crea un déficil de oxígeno.
Fuentes policiales recuerdan que lo de multar con 100 euros al que no lleve mascarilla no es nuevo: ya se hacía. Pese a eso, se veía cada día a viandantes sin la obligada protección en sus rostros. La novedad es que ahora se prevén más controles. Los datos del aumento de los contagios han dado lugar a que salten las alarmas. «Aunque una mayoría de los murcianos así lo entiende, otros en cambio no han sido capaces de entender la gravedad de la situación», aseveró López Miras.