Un hombre tuvo que abandonar la misa de duelo que se celebraba en una iglesia de Murcia por el eterno descanso de su padre y de un hermano ante la advertencia de que si no lo hacía se daría aviso a la Policía Nacional, ya que tenía una orden de alejamiento de una sobrina, presente en el templo, y que fue dictada por un delito de abusos sexuales.

El juzgado de guardia de Murcia lo ha dejado en libertad, aunque se le ha abierto una causa como presunto autor de un delito de quebrantamiento de condena y lo ha convocado para el juicio que se celebrará contra él a mediados de agosto.

Señalan las diligencias del caso que, cuando se encontraban en la misa, la hermana del detenido y madre de la joven que goza de la orden de alejamiento, advirtió la llegada del presunto abusador, por lo que se le acercó para decirle que debía marcharse, a lo que respondió encogiéndose de hombros, según la denuncia.

Ante esa actitud, madre e hija salieron a la calle para llamar a la Policía Nacional, viendo entonces que el denunciado abandonaba la iglesia, aunque fue detenido poco después por agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP).

En la denuncia, la hija manifestó que la orden de alejamiento tiene una duración que llega hasta el 29 de junio de 2024.

A este hombre le consta una detención, efectuada en agosto de 2016, que llevaron a cabo agentes del cuartel de la Guardia Civil de Cabo de Palos, por un delito de abusos sexuales.