La Universidad de Murcia ha logrado un fondo de 250.000 euros procedentes de donaciones a través de la campaña 'Ningún estudiante atrás'. Con esa partida se han dado ya 163 ayudas de pago de matrícula a estudiantes a los que el coronavirus ha afectado en su situación económica y está previsto abrir una segunda convocatoria con el mismo fin. Esa es una de las 15 medidas de «cuidado social y económico» que ha puesto en marcha la institución docente para que ninguno de sus alumnos, explicó ayer en rueda de prensa el rector, José Luján, tenga que abandonar sus estudios por motivos económicos derivados de la pandemia.

Además, se ha reforzado la partida de las denominadas «becas sociales» de la UMU, destinadas a estudiantes que, aún teniendo dificultades económicas, no han obtenido otro tipo de becas y ayudas. La universidad amplió este curso la partida de 150.000 hasta los 200.000 euros pero, tras la pandemia, se han aportado un 30 por ciento más de fondos, llegando a los 260.000, indicó el rector.

Otras de las que medidas es que aquellos alumnos que tengan que repetir alguna asignatura por causas relacionadas con la crisis del coronavirus, ya sean motivos económicos, familiares, de conectividad o enfermedad, mantendrán el precio ordinario de la matrícula y no pagarán el habitual suplemento de segunda matrícula.

En los últimos días, esa medida ha generado cierta polémica y desavenencias entre el equipo rectoral y el Consejo de Estudiantes, cuyo presidente, José Miguel Rojo, dimitió al considerar que no se había cumplido con el compromiso de eliminar las tasas de segunda matrícula.

Luján señaló que se trata de una decisión que «respeta» pero no comparte, puesto que se ha incorporado esta bonificación a la orden de precios públicos del próximo curso y no dejará fuera a ningún estudiante que no se haya podido presentar a un examen o que haya bajado su rendimiento por motivos relacionados con la crisis sanitaria «en sentido amplio».

En su opinión, la medida no podía ser «universal» para toda la comunidad estudiantil, sino que debe tener este carácter especial para estudiantes afectados por la excepcional situación y, en ningún caso, la renta debe interferir en el rendimiento académico.

Rojo respondió ayer a través de una red social al rector señalando que «presentar medidas, en su mayoría propuestas pensadas y defendidas una y otra vez por la representación estudiantil, sin ningún representante estudiantil califica por sí solo a quien lo hace».

Adaptación de las instalaciones

El Consejo de Gobierno autorizó ayer una subvención de 2 millones de euros a la Universidad de Murcia destinados a sufragar diferentes proyectos que mejorarán sus infraestructuras, equipamientos y su prestación de servicios.

Uno de esos proyectos es la implantación de medidas de prevención contra el Covid-19, como la instalación de mamparas frontales, adaptación de espacios, instalación de fosos para desinfección en accesos a edificios, adquisición de contenedores para recogida selectiva de equipos de protección individual o mejora de instalaciones de climatización y ventilación.

Con este apoyo económico de la Comunidad también se instalarán 42 equipos de aire acondicionado en los laboratorios de la Facultad de Química, y se sufragarán los gastos de licencia para los servidores que dan servicio a las bases de datos y a las aplicaciones corporativas. Igualmente, la partida de dos millones de euros servirá para asumir los gastos de la Biblioteca General de la Universidad en su suscripción a la licencia de uso de diversos recursos digitales de información científica y publicaciones electrónicas.