Tanto la Policía Local como el Ayuntamiento de Cartagena y la Benemérita tienen conocimiento de la convocatoria, e investigan de dónde proviene y si finalmente se va a celebrar un ‘macrobotellón’ en Cabo de Palos este fin de semana. No solo este: también el siguiente. De hecho, los municipales tienen previsto el evento y ya cuentan con que el sábado toca estar en alerta, por si hubiese que disolver la fiesta y sancionar a sus impulsores tal y como informan fuentes policiales.

Si las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad se han enterado de esto es porque empezó a difundirse por redes sociales un cartel con la convocatoria. El texto que se podía leer es el siguiente: ‘Tenemos fecha y lugar: sábado 11 de julio en el Marina Center, a las 23.00 horas. Botellón. El siguiente se hará el sábado 18 de julio’.

El lugar elegido sería una especie de descampado que hay camino de Cala Reona. Que la gente quede en verano para beber al aire libre no es algo nuevo, pero se convierte en un riesgo en tiempos de coronavirus, donde guardar la distancia de seguridad para evitar contagios, especialmente entre personas que no se conocen, se convierte en una prioridad.

Desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad temen que hacer este tipo de fiestas, que ya se ven en otras partes de España, se convierta en algo habitual en la Región y acabe generando brotes del coronavirus.

«Urge un refuerzo policial»

La convocatoria del ‘macrobotellón’ llega en un momento en el que la Policía Local de Cartagena, municipio al que pertenece esta zona de costa, se ve en cuadro, con muchos de sus efectivos de vacaciones. Desde el sindicato CSIF exigen «un refuerzo urgente» para los meses estivales, dado que no se ha llegado a «un acuerdo de horas» para que los agentes hagan refuerzos. Lo que piden es cobrar de antemano los días que tengan que estar localizados, por si acaso han de trabajar.

Así, calculan que solo en La Manga harían falta 14 policías más cada fin de semana. Este mes se incorporan 41 agentes al municipio de Cartagena: van a jurar el cargo ahora y han estado dos meses de prácticas.

Así las cosas, «el verano de 2020 se plantea más arriesgado y duro que nunca y no solo por la situación de riesgo que presenta el virus, sino por la falta de compromiso de una concejala que, lejos de conseguir un acuerdo de horas que garantice la seguridad en el municipio, vuelve a pasar el rodillo exigiéndole a los policías locales que trabajen más por menos», consideran desde CSIF.

Lamentan «la nula previsión ante la nueva situación creada por la pandemia, donde el dispositivo especial es inexistente, conociendo todo el mundo las situaciones de riesgo que se van a producir no solo en fines de semana y de noche: también en días de semana va a ser necesario un mayor control de la situación en sus calles, plazas, parques y playas».