El Hospital Virgen de la Arrixaca ha aprovechado el descenso de la actividad de las últimas semanas para llevar a cabo una importante reforma en la Unidad de Reanimación (REA), donde se ha separado la zona de pacientes en boxes independientes con los que se logra, además de una mayor intimidad para el usuario, más seguridad en los casos en los que haya algún paciente con gérmenes multirresistentes.

Concretamente, se han separado las camas de la REA con cristaleras, lo que permitirá mantener presión negativa en los boxes, una zona en la que hay espacio hasta para 24 pacientes. Desde Salud destacan que la remodelación de la Unidad de Reanimación permitirá un mejor aislamiento frente a gérmenes que se transmiten por contacto, ya que hasta ahora, cuando se quería intervenir a un paciente portador de uno de ellos, había que solicitar cama a UCI.

Además, esta Unidad es muy dependiente de los ingresos urgentes, por lo que muchas veces no podía garantizar que tuviera camas disponibles para el día de la intervención y algunas de las intervenciones de recuperación rápida debían ocupar una cama de UCI durante una o dos horas, zona que posteriormente tenía que limpiarse durante varias horas, con la consiguiente interrupción en su funcionamiento.

Por ello, una de las ventajas directas de reformar el área de Rehabilitación es liberar camas en UCI.

Sus responsables explican que también se han mejorado los aislamientos por gotas. Al disponer de un sistema de extracción forzada de aire, los pacientes con infecciones transmitidas por gotas pueden ser atendidos en Reanimación. Esto posibilita que se mantenga la actividad quirúrgica en épocas de gripe, por ejemplo. Además, permite que Reanimación pueda dar apoyo a UCI en caso de rebrote de la pandemia de covid-19 en la Región.

Otro de los objetivos era ganar en intimidad y descanso de los pacientes al disponer de boxes individuales. De esta forma, los pacientes gozan de más intimidad y posibilidades de descanso, al disminuir significativamente el nivel de ruido dentro de los boxes y se gana en humanización en la Unidad, dado que facilitará que los familiares permanezcan más tiempo en la zona sin interferir en los pacientes vecinos, como ocurría hasta ahora.

No obstante, esta reforma no ha convencido a todos y algunos trabajadores han mostrado su malestar por la partición del espacio en boxes independientes, ya que afirman que «esto ocasiona problemas de espacio para hacer nuestro trabajo». Ante las críticas, los responsables insisten en que esta reforma «era una reivindicacion histórica en el centro hospitalario y las camas caben perfectamente».