Solo hay 300 personas en todo el mundo que padezcan el Síndrome de Cogan, una enfermedad autoinmune crónica que ataca principalmente vasos sanguíneos de oídos y ojos. Lidia Machín, de San Pedro del Pinatar, es una de ellas.

Hace tres años tuvo un fuerte mareo mientras trabajaba en Madrid, por lo que la llevaron a Urgencias, donde le diagnosticaron vértigos. Sin embargo, no mejoró con los días y su familia la trasladó a la Región para que pudieran cuidarla. Además de los mareos, comenzó a perder audición (hasta el 90%) y veía borroso por el ojo derecho.

Tras un mes ingresada en el Hospital Santa Lucía de Cartagena, los médicos le diagnosticaron el Síndrome de Cogan. En la actualidad, sigue sin ver correctamente por un ojo y ha perdido el 60% de la audición, ya que no oye nada por el oído derecho y no escucha los sonidos agudos por el izquierdo.

Lidia era productora del programa 'Aquí la Tierra' de TVE, un puesto que no podrá volver a ejercer con sus nuevas incapacidades. Además, el estrés puede provocarle la aparición de nuevos brotes. Por eso, ateniéndose a los reconocimientos médicos, se inició un expediente en el el Instituto Nacional de la Seguridad Social para valorar si debían otorgarle la incapacidad permanente, que certifica que no puede seguir trabajando en su situación y, al mismo tiempo, le permitiría trabajar en otros ámbitos.

Elle reclama una ayuda económica que le permita suplir gastos extra derivados de la enfermedad, ya que entiende que el tipo de trabajo al que puede aspirar a partir de ahora "no los podría cubrir".

"Según los médicos del Servicio Murciano de Salud, cumplía perfectamente los requisitos para que me otorgaran la incapacidad permanente", asegura Lidia. Sin embargo, el INSS le denegó la incapacidad, por lo que acudió a los tribunales.

El juicio se celebró en 2019 y tampoco le dieron la razón. "Ni siquiera se habían leído mi historial clínico, en la sentencia estaban mal las secuelas que tengo por culpa de la enfermedad. La fiscal me hizo sentir fatal, venía a decir que no quería volver a trabajar de nada, que ya estaba curada porque no me había vuelto a dar ningún brote en el último año, cuando es algo que pasa precisamente porque no estoy sometida al estrés de mi antiguo trabajo y porque estoy medicada", explica.

Lidia recurrió la sentencia al Tribunal Superior de Justicia y ahora espera la nueva sentencia. Mientras tanto, ha reunido casi 900 firmas de apoyo en change.org y las ha presentado en el Ayuntamiento de San Pedro del Pinatar, ya que entiende que no hay razones médicas para que no le den la incapacidad permanente: "Todos los especialistas me dicen lo mismo: no me voy a curar".