El jueves pasado tuvo lugar la primera reunión ejecutiva de la Asociación Comarcal Educativa y de Formación (ACEFCAR) 'Escuelas Graduadas de Cartagena', tras su reciente constitución. El encuentro se realizó a través de la plataforma Zoom, fue presidido por el empresario José Luis Reverte y en él se determinaron las funciones de cada uno de los miembros.

P ¿Cómo surge este colectivo?

R Esto nace en diciembre, cuando entré en COEC; allí me comentaron que hacía mucho tiempo que no tenían a nadie en el sector de la educación, y querían reactivar esa asociación que hubo, muy importante, de Manuel Pérez de Lema que al fallecer decayó. Como necesito muy poco para embarcarme en un proyecto cuando me gusta la música, empecé a moverme con ayuda de Miguel Martínez, el presidente de la Cámara de Comercio de Cartagena que ha sido una pieza fundamental para que este proyecto sea una realidad y por supuesto conté con el apoyo de Alejandro Díaz, exrector de la UPCT y de Ana Correa, presidenta de la COEC, entre otros; fueron los que me orientaron y me pusieron en contacto con varias empresas.

La asociación surge con un sentimiento comarcal, pero nos hemos guardado un as en la manga, por lo que tenemos la posibilidad jurídica de extender nuestro ámbito de actuación a cualquier municipio de la Región de Murcia.

P Por lo que he podido leer, tocáis todos los sectores.

R En un principio, esta asociación iba a estar enfocada en exclusiva al sector de las academias, pero fue calando tanto la idea que aparecieron otro tipo de empresas que querían entrar, muy interesadas en el tema de la formación. Fue en ese momento cuando decidimos crear una asociación fuerte, transversal, de todos los sectores.

En el tema de la hostelería, todos los años vemos como se instalan cuatro o cinco restaurantes que al cabo de pocos meses cierran; en ocasiones por mala suerte pero en otras por una formación previa ineficaz. No se trata sólo de poner una copa o tener una buena carta sino de preparar adecuadamente la gestión económica, hacer un análisis en condiciones del mercado y de la clientela de la zona, saber si es más interesante ser sociedad limitada, autónomo o conformar una comunidad de bienes, saber hacer una cuenta de pérdidas y ganancias o analizar un balance, un resultado de explotación o una ratio de liquidez.

P¿Qué sectores destacaría?

R El PIB de la Región depende en buena medida del turismo y el sector agroalimentario y es clave echar una mano en la formación de los ingenieros agrónomos para ganar en eficiencia y productividad. Esta clase de ayuda puede aplicarse a cualquier sector (gerontología, información deportiva, comercio electrónico, técnicas jurídicas)… Hemos querido sectorializar la formación para unirnos todos, y lograr algo clave: mejorar la cualificación de nuestros trabajadores, y la formación de la propia empresa.

Hace poco tuve la oportunidad de hablar con el empresario Tomás Martínez Pagán y me contaba que pese a la demanda no encuentra fresadores, torneros, tuberos…

El Hospital Perpetuo Socorro también se ha sumado; cuando hablamos de los trabajos vinculados al sector sanitario, además de médicos y enfermeros, hablamos de los auxiliares, de los celadores, del personal de limpieza, todos ellos requieren hoy, por razones obvias, formación ante situaciones extremas.

P ¿La FP tendrá un lugar destacado para la asociación?

R La buena formación es sinónimo de aumento de la productividad y de la eficiencia. Es fundamental que acerquemos la FP a las necesidades reales de las empresas; ¿quién mejor que las propias empresas para saber qué necesitan? Para superar la crisis que ya tenemos encima, el tejido empresarial necesita innovar y esa innovación implica conocimientos y estos a su vez formación; el conocimiento es un factor de producción que afecta a la competitividad. Innovar es transformar el conocimiento en riqueza.

También tenemos que estar muy atentos a las tendencias que están surgiendo con motivo de la transformación del sector industrial a causa de la crisis provocada por la Covid-19, en el sector salud y en nuevas tecnologías, entre otros.

P Los efectos de la pandemia han llegado a todos los rincones

R El sector en el que me muevo, el de la formación privada, (también la pública), ha tenido que sacarse por el confinamiento un máster de vida exprés en el mundo de las nuevas tecnologías. Desde que comenzara la pandemia, como tantos otros, he utilizado por primera vez innumerables plataformas virtuales que facilitan la comunicación. He encargado para mi academia un aula virtual, porque no sabemos qué va a pasar, cómo va a evolucionar esta situación... no sólo por la posibilidad de volver al confinamiento, sino porque esta lección de vida ha servido para darnos cuenta de que el progreso pasa por las nuevas tecnologías, aunque también nos hemos dado cuenta de que tienen sus limitaciones, sus deficiencias, la merma en la cercanía al público es importante, por no hablar de los problemas para garantizar el control y seguimiento de los alumnos.

P La economía sumergida, ¿una de sus batallas?

R En este sector hay mucha economía sumergida.Que tire la primera piedra el que no haya dado clase, antes de dedicarse a esto, a dos o tres chavales en su casa. Yo lo he hecho, pero una cosa es eso, y otra enmascarar en un piso una gran academia, con una estructura y una organización. La asociación jamás va a perseguir a un chaval que se está ganando un dinero de esta manera. Está claro que eso forma parte de la economía sumergida, pero no creo que sea el mayor problema que tiene hoy España. Una academia tiene que darse de alta, comprar o alquilar un bajo, pagar cargas sociales, el impuesto de actividades económicas o la cuota de autónomo todos los meses, y luego ves a otra persona que tiene 15 ó 20 alumnos en su casa, en tres aulas, que está ganando lo mismo que tú con 50. Esto existe.

P La revolución formativa a causa de la covid-19, ¿un reto en su agenda?

R Uno de nuestros primeros pasos será contactar con las instituciones públicas, concejalías y consejerías ligadas a la educación, para echar una mano a esos maestros, sobre todo a los que están más cerca del retiro, a los que quizá les haya costado más realizar la transición tecnológica.

Tengo que alabar y defender el tesón y las ganas con las que el profesorado se ha reinventado en estos últimos meses. Cerramos un viernes y el lunes ya estábamos dando clase online, pero ojo, cuando nacen las necesidades, nacen también los aprovechamientos, no te puedes imaginar la cantidad de empresas de servicios online que están apareciendo y quieren aprovechar la circunstancia, es comprensible pero también una locura. La implementación de la vía digital es imprescindible; en este sentido contamos con el apoyo de varias empresas del sector en Cartagena, y del propio Colegio de Telecomunicaciones de la Región de Murcia que forma parte de la asociación.

P El Gobierno central ha dejado fuera a la escuela concertada de los 2.000 millones en ayudas de fondos para la reconstrucción, ¿qué valoración hace de esta decisión?

R Tiene una doble lectura, por un lado me parece comprensible porque la concertada tiene parte de ayuda pública, otra parte privada, pero lo que no puede ser es que nos aprovechemos de la concertada para dar un servicio, que quizá la pública no termina de ser capaz de dar, ¿pero por otro lado no queremos darle ayudas como a la pública para que puedan adaptarse, y cambiar por ejemplo, los filtros del aire acondicionado, o gozar de la distancia de seguridad, o instalar los techados en patios? No sé si tendría que haber recibido el mismo porcentaje de ayuda u otro proporcional incluyendo todas las variables, pero no me parece bien.

Soy un fiel defensor de la escuela pública y estudié en un colegio concertado hasta 4º de la ESO, aunque procedía de una familia humilde. Vamos a dejarnos las tonterías como la de comparar a la privada con gente millonaria y a la pública con personas pobres… o de señalar a uno u otro por la escuela a la que ha ido. Esto no es cuestión de pública o privada, sino de enseñanza de calidad y ahí es donde tenemos que llegar.

Notas personales

En cuanto al cargo de presidente, durante la entrevista, José Luis Reverte deja claro que no ha venido «a presidir, no me gusta esa palabra, prefiero coordinar y escuchar a todos y cada uno de los integrantes, de igual a igual, asentar nuestras relaciones en la cercanía, la transparencia, de manera horizontal. En todo caso, quiero ser uno más, quizá como altavoz, asumiendo el hecho de que seré la cara visible, quien se lleve los palos y las alabanzas por lo que hagamos».

Sobre el número de integrantes en la primera semana de vida de esta asociación, Reverte informa de que en este momento hay 19 socios, entre ellos referentes como la AITERM, (Asociación de Ingenieros de Telecomunicación de la Región de Murcia) FUNCARELE, el Fútbol Club Cartagena o el Perpetuo Socorro, pero que ya hay cuatro o cinco empresas más interesadas en incorporarse, «de momento Tomás Martínez Pagán (Mecánicas Bolea) no ha confirmado su presencia, pero deseo y confío en que estará; en una semana seremos unos 25».