Al grito de «perros» y «maricones» despedían en Los Nietos a personas llegadas en patera, que en principio fueron instaladas en un piso de la localidad. Un vídeo grabado por un testigo mostraba a vecinos increpar a los inmigrantes, mientras se marchaban del pueblo. Sin embargo, la presidenta de la Asociación de Vecinos de Los Nietos, Nani Vergara, asegura que los habitantes de la población costera «no somos racistas».

Según indica la portavoz vecinal, la madrugada del jueves «algunos residentes se alertaron al ver gente vestida con EPI, Cruz Roja y Guardia Civil». Los habitantes desconocían qué estaba pasando, por lo que decidieron «ponerse de acuerdo para organizar una protesta que en ningún caso fue por racismo, ni porque tengamos algo en contra de esas personas, sino por miedo a que pudiera llegar el virus a Los Nietos», hace hincapié.

Asimismo, Vergara afirma que se puso en contacto con el Ayuntamiento de Cartagena pero que «ellos tampoco sabían nada». Más tarde, desde Delegación del Gobierno informaron a los vecinos de que todos los inmigrantes alojados en Los Nietos habían dado negativo en la prueba PCR y que simplemente se encontraban allí cumpliendo una cuarentena preventiva.

Sin embargo, los vecinos no estaban de acuerdo con la presencia de los argelinos en su pueblo, puesto que «tenían miedo de que se escapasen», apunta Vergara.

«Esto es un pueblo pequeño, en verano somos casi 5.000 habitantes y hay sitios mucho mejores para cumplir la cuarentena que un piso en el centro de Los Nietos, con la inseguridad y el temor que esto puede generar», estima.

La presidenta insiste en que «la culpa la tienen las administraciones públicas y la ONG encargada de los inmigrantes por habernos tenido desinformados y no contar con nuestra opinión en ningún momento. Sabemos que los argelinos vienen aquí a buscarse la vida y no tenemos nada en contra, ellos no tienen la culpa».

Vergara asevera que «lo mejor es que se los lleven lejos del centro de ciudades o pueblos, estamos en medio de una pandemia y han estado en contacto con personas infectadas, es normal tener miedo», añadiendo que «si te traen unas personas a las dos de la madrugada, por la cabeza no se te pasa nada bueno».

"No es racismo, es ser ordenados"

En un bar del barrio murciano de San Antón, donde también hay un piso de ONG, comentaban ayer media docena de vecinos que los inmigrantes «igual que echaron a perder San Andrés y San Antolín, van a hacer con este barrio». «Yo he vivido cuarenta años ahí, en San Antolín», corroboraba una mujer, Maravillas Olivares. A su lado, Jesús Bernabéu apuntaba que a los extranjeros «aquí los trae una vecina, que es de una ONG que se encarga de traerlos». «Y le dije 'llévatelos a tu casa, que en tu casa están mejor'», manifiesta.

Insiste el hombre en que «no es por racismo ni nada: es ser ordenados. Tú en tu casa y yo en la mía». Asimismo, desea que los inmigrantes «vengan con papeles, para trabajar, que vengan con un contrato de trabajo».

Otro vecino, Fulgencio Hidalgo, subraya que «tenemos bastante miedo» al virus y opina que los migrantes «pueden venir, pero tomando medidas». «Siempre se puede escapar alguno y contagiar», espeta, mientras otros parroquianos cantan villancicos.