Cuando alguien toque algo, deberá limpiarlo cuando deje de usarlo. El próximo curso escolar en la Región de Murcia comenzará bajo unas estrictas medidas de seguridad sanitarias que ponen al alumno, al profesor y al equipo directivo en el centro de la responsabilidad para mantener limpio y desinfectado el material escolar en las aulas. Los alumnos de Primaria, Secundaria, Bachillerato deberán llevar, para empezar, su propio bote de gel hidroalcohólico, y tendrán que, antes de dejar el aula, limpiar con toallitas, paños o bayetas desechables y productos desinfectantes los pupitres, teclados, ratones de ordenador que hayan usado. Los profesores tendrán también que desinfectar los materiales que empleen cuando cambien de clase. Los materiales de desinfección, aun así, deberán estar disponibles en la puerta de cada aula.

Así lo establece el protocolo elaborado por la comisión mixta de las consejerías de Educación y Salud que mandaron ayer a los centros y cuyas medidas avanzan un serio problema a la hora de cumplir la mayoría de ellas dada la situación de los centros educativos. En concreto, el protocolo pide a los centros que calculen la distancia entre los pupitres y reorganicen los espacios de forma que el alumnado cuente con una separación de al menos 1,5 metros entre personas «siempre que sea posible». De no ser así, será obligatorio el uso de mascarilla.

Esta medida ya estaba avanzada por Educación tras pactarla con el resto de comunidades autónomas y el Ministerio, pero a la comunidad educativa le preocupaba que las ratios no se recomienden reducirlas, como finalmente ha ocurrido, dado el reducido espacio de las aulas en muchos colegios e institutos y el volumen de estudiantes por clase. Ese número de alumnos por aula se establece ahora mismo en 25 niños por clase en Infantil y Primaria, 30 en Secundaria y 35 en Bachillerato.

Salud y Educación sí puntualizan que «el centro podrá optimizar aulas y otros espacios para dar cabida a los estudiantes y poder mantener esa distancia», se priorizarán las actividades educativas y de ocio al aire libre en lugar de espacios cerrados y en Educación Infantil se podrán crear grupos estables o 'grupos burbuja' «idealmente con 20 alumnos y hasta un máximo de 25, que junto al tutor conformarían grupos de convivencia que pueden socializar y jugar entre sí». Añaden que también se podrá colocar en las aulas mamparas o paneles entre los estudiantes para garantizar su seguridad. El uso de la mascarilla entre los profesores y el resto de trabajadores del centro será obligatorio en todas las etapas educativas.

En resumen, la gestión de las medidas sanitarias y de seguridad dependerán del centro educativo según el protocolo, que establece que cada uno de ellos deberá definir «un Plan de Contingencia orientado a la prevención y mitigación de los riesgos asociados a la propagación del virus SARS-CoV-2, con el objetivo prioritario de asegurar un ambiente adecuado para nuestros trabajadores y para continuar con la actividad».

Ese Plan de Contingencia deberá recoger medidas de señalización dentro del centro, protocolos de limpieza y desinfección, horario escalonados de entrada y salida, horarios escalonados de recreo, tránsito y uso de las zonas comunes, uso del comedor e indicaciones para el uso del transporte escolar. La Consejería de Educación si adelanta que enviará a los centros modelos de estos protocolos «que podrán ser adaptados a la especificidad de cada uno».

Posibles rebrotes

Otra de las indicaciones que recoge el protocolo es que, en el caso de que la situación sanitaria recomendara algún tipo de interrupción en la actividad presencial, se priorizará la asistencia en los niveles y etapas inferiores, por debajo de los 14 años, «dado que los alumnos de mayor edad disponen de más capacidad para desarrollar un proceso educativo telemático y plantean menores problemas de conciliación familiar», subrayó ayer la consejera de Educación, Esperanza Moreno.