Tras la vuelta a la nueva normalidad y con la finalización del Estado de Alarma por la pandemia de la covid-19, la implantación de estrictos protocolos de distanciamiento, higiene y protección han sido y siguen siendo claves para mantener a la residencia de mayores San Agustín de Fuente Álamo, reabierta en octubre de 2018, libre de coronavirus. Este centro residencial, gestionado por Clece, ha establecido también medidas de seguridad específicas para gestionar las visitas de familiares, permitidas desde la entrada de la Región de Murcia en la fase 3 de la desescalada.

«En cuanto tuvimos conocimiento de ello nos pusimos manos a la obra para organizar y transmitir a las familias cómo se realizarían estas visitas teniendo en cuenta los protocolos, características del centro y recomendaciones de Sanidad», explica Cristina Corvalán, directora de la residencia de personas mayores. «En un principio, el horario de las visitas será de lunes a viernes de 10.30 a 12.45 y de 16.45 a 18.45 horas, para evitar interferir en las rutinas diarias de los usuarios, es decir, labores asistenciales, comidas, descanso, etc».

Una de las personas que ha acudido a las visitas permitidas en la residencia de mayores tras el confinamiento por coronavirus ha sido Encarnación Navarro, hija de José que explica que «he visto muy bien a mi padre y me ha dado mucha alegría verlo. Lo tienen muy bien cuidadico y él está muy contento. Hemos estado muy bien, muy fresquitos con estos árboles y la suerte también es que los podemos ver desde la verja. Ha estado muy bien todo».

Encarna, como el resto de visitas, ha tenido que cumplir con el estricto protocolo que garantiza las distancias sociales de seguridad, la ausencia de contacto físico y el cumplimiento de las medidas de prevención ante el coronavirus.

Miguel García, otro de los familiares que ha acudido a la residencia de mayores, no se ha sorprendido de ver tan bien a su padre Miguel y comenta que «al estar él hablando ha mejorado, porque me decía que estaba tembloroso, y ahora nada más que venir a verlo, ha mejorado, es la mejor medicina, mañana vendrá Ana a verle».

Para poder visitarle, ha tenido que limpiarse las manos con gel hidroalcohólico y desinfectarse las suelas del calzado mediante una alfombra impregnada de solución desinfectante.

El acceso al centro para la entrada de familiares ha sido a través de la puerta del jardín, donde se ha instalado una zona de control a modo de «aduana» que consta de cartelería informativas sobre las pautas a seguir durante la visita, empapadores o textiles con lejía vaporizada en dilución 1:10, gel hidroalcohólico, papel de manos y papelera con tapa.