Dos personas que estaban siendo buscadas ante la sospecha de que pudiesen tener coronavirus y no estar aisladas eran localizadas y detenidas ayer en Murcia por la Policía, informan fuentes cercanas al caso. El despliegue para dar con estas personas, en el que participaban, además de la Policía, sanitarios en una ambulancia, se llevaba a cabo en Ronda Norte, a la altura de Plaza Castilla, y llamaba la atención de vecinos y viandantes, especialmente porque había profesionales que vestían EPI.

Los objetivos del asunto eran un hombre y una mujer, ambos de nacionalidad francesa, que se encontraban en un domicilio de la capital murciana. Tras sacarlos de allí, y ser llevados en ambulancia, se procedió a limpiar y desinfectar la vía pública, por la que seguían caminando peatones que se preguntaban qué pasaba.

La Policía los estaba buscando porque, en un momento dado, les habían hecho un test rápido que dio positivo, explican fuentes cercanas. Una vez localizados, la Policía pidió colaboración a Salud y sanitarios del 061 se movilizaron para trasladar a estas personas con precaución a un hospital.

Los llevaron al Morales Meseguer, con todas las medidas de seguridad, y allí se les hizo una PCR que dio negativo, confirman desde la Consejería de Salud.

Los franceses afirmaron que tienen domicilio en Murcia y se marcharon del hospital por su pie, aseguran fuentes sanitarias.

Por otro lado, un menor de edad, contagiado con coronavirus, intentaba escaparse ayer del hospital Rafael Méndez de Lorca, donde permanecía desde que llegó a la Región de Murcia en patera hace unos días y se confirmó su contagio, tal y como informan fuentes cercanas al caso.

El Centro de Coordinación de Emergencias recibía un aviso de lo que estaba pasando. Al parecer, el chico estaba haciendo destrozos en el hospital, pues se encontraba bastante nervioso. Desde la Consejería de Salud indicaron que el paciente se mostraba «nervioso» y que «el hospital se pone en alerta ante cualquier incidencia», pero que «en ningún momento ha salido del centro».

Este adolescente no habla español. Llegó a la Región de Murcia junto a su primo en una barcaza que desembarcó en Águilas. El contacto con este chico era lo que obligaba a poner en cuarentena a tres agentes de la Policía Local que lo asistieron durante el rescate de la embarcación y a 20 policías nacionales de Lorca, donde fue trasladado. Los tres municipales ya tienen los resultados de sus pruebas: no están contagiados.

Delito contra la salud pública

El problema con estas personas, que se encuentran en situación irregular en España, es que no se las puede retener. Fuentes sanitarias consideran que un hospital «no es una cárcel» y que los médicos no pueden ejercer «como si fuesen policías».

Mientras tanto, fuentes policiales confirman que al adolescente se ayer se le custodió, tras tener conocimiento de lo que había pasado, pero que no se le ha arrestado en ningún momento. Si se tratase de un sospechoso de algún delito, sí se le podría poner una vigilancia policial constante en el hospital, o incluso retenerle en la cama, si procediese.

En el caso de que decida irse del hospital, siendo consciente de que está infectado con coronavirus, podría llegar a imputársele un delito contra la salud pública.