La firma del convenio del Manipulado de Agrios, que afecta en la Región a casi 5.000 personas, en su mayoría mujeres, y a un centenar de empresas dedicadas al envasado de los cítricos, garantiza una subida media del 1,8% en los cinco años de vigencia que tendrá y recupera la cláusula de revisión salarial, según anunciaron este lunes los responsables de la Federación de Industria de CC OO. El secretario general de la federación, Enrique Bruna, y el responsable de Negociación Colectiva, José Ibarra, destacaron que se trata de «un acuerdo inmejorable y modélico» en el sector agroalimentario de la Región, que se resiste a incorporar a la negociación colectiva incrementos salariales superiores al mínimo de 950 euros mensuales pactado por el Gobierno con la patronal y los sindicatos.

Ibarra llegó a asegurar que en este momento hay todavía empresas de trabajo temporal (ETT) que no han empezado a pagar los 950 euros, por lo que pidió a la Inspección de Trabajo un mayor control para evitar el fraude. Recordó que el salario mínimo, que equivale a 13.300 euros anuales en 14 pagas, supone una retribución por hora de 7,32 euros, que es ineludible. El objetivo de los sindicatos es alcanzar los 14.000 euros anuales, en 14 pagas de 1.000 euros.

Las empresas del campo y del sector agroalimentario dan empleo en la Región a unos 95.000 trabajadores, cuyas condiciones laborales están reguladas por más de media docena de convenios, cada uno de los cuales establece condiciones laborales y salarios diferentes.

Por eso, los dirigentes de la Federación de Industria de CC OO apuntaban ayer que el resto de «patronales de la industria agroalimentaria deberían tomar buena nota» y «dejar de condenar a los trabajadores a no salir nunca del marco del salario mínimo interprofesional».

Reprocharon a Coag y a Asaja y a la asociación de exportadores Proexport sus reticencias ante las subidas que reclaman los sindicatos. Sostienen que, a pesar de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, las empresas del sector agroalimentario han seguido produciendo y han mantenido las exportaciones, lo que les ha proporcionado «grandes beneficios».

El responsable de Negociación Colectiva y el secretario general de la Federación de Industria recordaron que siguen pendientes de renovación los convenios del sector agropecuario y de la recogida de tomate, que afectan a 25.000 y 15.000 trabajadores, respectivamente, según sus cálculos. Las mesas negociadoras de ambos convenios tienen previsto reunirse esta misma semana.

Ambos ponen como ejemplo a seguir en el acuerdo alcanzado con la Asociación de Empresarios Hortofrutícolas por CC OO, UGT y Redes, supondrá un incremento del 9% al acabar los cinco años de vigencia. Entre 2020 y 2024 contempla subidas salariales que llegan hasta el 2,1% este año y se aplicará a partir de mañana, 1 de julio. En 2021 la subida pactada se fija en el 1,4%, mientras que en los tres ejercicios posteriores estarán en el 1,7%, 1,8% y 2%, respectivamente.

Además, establece una subida del 1% anual en las horas extraordinarias e incrementa de dos a tres años el permiso por excedencia para atender al cuidado de un familiar directo.

Proexport vuelve a proponer ampliar la jornada laboral

La asociación de exportadores Proexport, cuyas empresas emplean a casi 20.000 trabajadores, ha vuelto a plantear en la mesa de negociación del convenido que regula la recolección del tomate, la lechuga y otras hortalizas la ampliación de la jornada anual de 1.818 a 1.826 horas, según han informado fuentes del sindicato Redes, que no está en la mesa negociadora. Aunque se trata solo de una diferencia de ocho horas en un año, computar 1.826 permite rebajar el precio por hora de trabajo en cuatro céntimos, de 7,32 a 7,28 euros. En 2019 los sindicatos aceptaron inicialmente la ampliación de jornada, pero UGT y CC OO no ratificaron el preacuerdo.