Los efectivos de Salvamento Marítimo y Guardia Civil interceptaron en los últimos dos días una decena de pateras en las costas de la Región. Los 108 argelinos que iban a bordo de las embarcaciones, entre los que se encontraban cinco mujeres y tres menores de edad, fueron trasladados al puerto de Cartagena una vez que se pusieron en marcha todos los protocolos sanitarios y de inmigración.

Allí, los operarios de Cruz Roja les atendieron antes de pasar a disposición de la Policía Nacional. Los servicios sanitarios sometieron a las 108 personas a un reconocimiento médico y a un test de coronavirus.

Hasta ahora, según informan fuentes que siguen de cerca el caso, se sabe que cuatro de las personas que han sido sometidas a la prueba han dado positivo. Además, cualquier persona que muestre algún síntoma de padecer el virus deberá ser aislada inmediatamente.

Cuarentena a los positivos

Una veintena de agentes de la Policía Nacional, Cuerpo que tiene las competencias en Extranjería, custodiaron a los llegados en distintas barcazas, que no serán trasladados a dependencias policiales hasta que se confirme que no están contagiados por la covid-19. Los agentes estuvieron en el puerto desde las seis y media de la mañana de ayer.

Aunque fue la Benemérita la que los rescató en el mar y los llevó a puerto, una vez en tierra el Cuerpo que se hace cargo de ellos es la Policía Nacional. Al haber siete positivos, presumiblemente habrá que poner en cuarentena a estos migrantes, así como al personal que los atendió a su llegada.

Los extranjeros llegados por mar se hallan repartidos entre el puerto de Santa Lucía, la terminal de cruceros y el puerto de contenedores. Al ser tantos, los resultados tardaron en llegar y fue difícil establecer un balance a lo largo del día.

Fuentes cercanas al caso explicaron que, una vez realizado el test rápido, los migrantes son sometidos a una PCR. En el caso de esta prueba, se precisa de un mayor rango de tiempo para que los resultados obtenidos sean realmente fiables.

Algunos extranjeros llevaban guantes, pero muchos iban sin mascarillas, pese a que la protección es obligatoria para prevenir el contagio de coronavirus. Al rato de llegar al puerto de Cartagena, las autoridades les obligaron a ponérselas.

La personas que dieron positivo en la prueba del coronavirus fueron trasladadas al Hospital Santa Lucía de Cartagena, mientras que por el momento hay un total de ocho contactos pendientes de traslado a pisos para que puedan guardar la cuarentena adecuada a las medidas de seguridad y sanidad. De este traslado se encarga actualmente la Fundación Cepaim.

Cuidado de menores

Al haber un total de tres menores de edad a bordo de las embarcaciones que han llegado en las últimas horas a Cartagena, la Consejería de Familia y Política Social quedaba a la espera de una orden de la Delegación de Gobierno para organizar y llevar a cabo una gestión coordinada del traslado de dichos menores.

En principio, todo apunta a que serían los centros de acogida de MENA (Menores Extranjeros No Acompañados) los indicados para albergar a los niños, ya que desde Cruz Roja apuntan que ellos no pueden hacer frente a la demanda.

Positivo en Águilas

Hace menos de una semana, un hombre contagiado por coronavirus llegaba en patera a la Playa de la Carolina de Águilas y, tras dar positivo en la prueba, 23 agentes (20 de Policía Nacional y tres de la Policía Local de Lorca) que tuvieron contacto con él eran puestos en cuarentena. El consejero Villegas afirmó, además, que en situaciones puntuales de este tipo «no se podía hablar de rebrotes» y habría que «extremar las medidas de seguridad»

Para evitar una situación similar, en el caso de los migrantes llegados a la costa murciana en las últimas horas, nadie será trasladado a dependencias policiales hasta que no haya pruebas de que padezca o no el virus.

En el caso de la persona que dio positivo en Águilas, se encuentra ahora mismo ingresada en el Hospital Santa Lucía de Cartagena. Quienes viajaron en la barcaza con él están en los albergues de Cruz Roja, pues el CIE de Sangonera sigue cerrado.

"Ojalá tuviéramos la llave mágica, pero nos limitamos a actuar a pie de puerto"

Las tendencias de flujos migratorios señalan que en épocas de verano dejan de venir a las costas españolas las personas magrebíes y prima la llegada de pateras con subsaharianos a bordo. La razón es sencilla: el calor. En verano, las diferenencias entre el sur de España y el norte de África no son tan pronunciadas, por lo que prefieren esperar a septiembre, cuando las mareas están más calmadas. Para un subsahariano, en cambio, es más barato establecer el viaje estos meses. Desde Cruz Roja apuntan que «al no tener la llave mágica para resolver el tema de las migraciones», se limitan a «trabajar a pie de puerto».