Bajo un sol de justicia, alrededor de un centenar de personas se congregaron en la mañana de ayer en la Plaza de la Merced para exigir un pacto estatal para la reactivación económica y social que cuente con el consenso de todas las fuerzas políticas y sociales del país.

Respondieron a la convocatoria de Comisiones Obreras (CC OO) y UGT, que se extendió por todas las capitales de provincia de España.

Para el secretario General de CC OO en la Región, Santiago Navarro, el pacto que firmaron patronal, sindicatos y el Gobierno regional en la Comunidad puede servir como modelo para el pacto estatal. «Pedimos a las organizaciones políticas que no sigan con la crispación y que se sienten a negociar», expresó Navarro en declaraciones a LA OPINIÓN.

El líder de CC OO explicó que se concentraban para «pedir unos servicios sanitarios más fuertes, con mayores recursos económicos y humanos, que estén preparados para posibles rebrotes o para otras crisis que puedan surgir en el futuro».

Además, exigen medidas de protección para los trabajadores. «Que no ocurra como ocurrió en 2008, cuando los trabajadores y las trabajadoras fuimos los paganos de esta crisis. Que se arbitren medidas para que puedan pagar el alquiler, para que puedan vivir dignamente», demandó Navarro.

Su homólogo en UGT, Antonio Jiménez, también alertó de la necesidad de un pacto estatal: «Salir unidos de esta situación es una piedra angular básica», sentenció.

Jiménez informo de que uno de los dos objetivos primordiales del pacto de reactivación regional es una compensación salarial para los murcianos inmersos en ERTE, que han perdido un tercio de su sueldo. «Aproximadamente unos 80.000 trabajadores estaban en ERTE y pretendemos llegar, por lo menos, a 45.000 trabajadores que puedan ver compensadas esas pérdidas de poder adquisitivo que se han producido», afirmó.

Aseguró que «esa ayuda está ya prácticamente diseñada y confiamos en que una rápida gestión del Gobierno regional haga que esté en marcha lo antes posible».

El otro objetivo del pacto regional que el líder de UGT considera apremiante es una ayuda para la conciliación de la vida familiar y laboral. «En unos momentos como estos, en los que hay un cierre generalizado de centros escolares y de centros de atención a personas con vulnerabilidad, miles y miles de trabajadores y trabajadoras necesitan este tipo de ayuda para poder darle salida a esa tarea de cuidados que hay que realizar y que se materializan a través de reducciones de jornada en los puestos de trabajo y de petición de excedencias temporales». El lunes se reunirán con la consejería de Política Social para perfilar esta ayuda que los sindicatos consideran «importantísima».