e total de 1,3 millones de habitantes de la Región de Murcia siguieron respirando aire contaminado durante 2019, lo que supone que el 85 % de la población y tres cuartos del territorio estuvieron expuestos a niveles de contaminación que superan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. Así consta en el informe sobre la calidad del aire de Ecologistas en Acción, que indica que la contaminación atmosférica se mantuvo estable, con una reducción general de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono troposférico pero ascensos de los de partículas (PM10 y PM2,5) y dióxido de azufre (SO2).

La contaminación generada desde las ciudades de Murcia y Cartagena y la zona industrial del Valle de Escombreras se extiende por el territorio afectando a las zonas rurales en forma de ozono. El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación establecido por la Unión Europea.

De acuerdo a esos niveles, el aire contaminado afectó en 2019 al 85 por ciento de la población de la Región de Murcia y al tercio más litoral del territorio, por la caída de los niveles de ozono en el norte de la comunidad. Si se toman los estándares de la normativa, más laxos que las recomendaciones de la OMS, la población que respiró aire contaminado por encima de los límites legales fue de casi 600.000 habitantes en la aglomeración de la ciudad de Murcia.

Además, la superficie expuesta a niveles de contaminación que exceden de los legalmente permitidos para proteger los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales alcanzó 8.700 kilómetros cuadrados, tres cuartas partes del territorio murciano, excluido sólo el litoral.

Las bajas precipitaciones y la estabilidad atmosférica de los primeros meses del año 2019 activaron los episodios de contaminación. El otoño en cambio ha resultado inestable y húmedo, con predominio de tipos de tiempo ciclónicos que han favorecido la dispersión y deposición de los contaminantes típicamente invernales (NO2 y partículas). El ozono es el contaminante que presentó un año más una mayor extensión y afección a la población, con unos niveles que se mantienen estacionarios, con alzas y bajas según territorios.