La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a elevadas penas de prisión a dos mujeres que dedicaron a la prostitución a una menor que fue sometida previamente en su país a un rito de vudú para que les debiera absoluta fidelidad y para que cumpliera lo que en todo momento le ordenaran.

La sentencia condena a una de ellas, Joana U., a diez años de prisión seguidos de otros diez años de libertad vigilada por un delito de trata de seres humanos en concurso con un delito de prostitución y a siete meses y medio de cárcel por un delito de fomento de la inmigración ilegal.

La segunda acusada, Evelyn O., ha sido condenada a ocho años de prisión por los dos primeros delitos citados, mientras que se absuelve a un hombre que fue juzgado por mantener relaciones sexuales con la joven a sabiendas de que era menor de edad.

El relato de hechos probados señala que los mismos ocurrieron en agosto de 2016, cuando Joana U., natural de Nigeria, como la segunda acusada y la menor, que ejercía la prostitución en Murcia, se concertó con otras personas no identificadas con residencia en su país natal para ofrecerles venir a España.

Y lo hacía con engaño, al ocultarles que una vez en este país serían dedicadas al ejercicio de la prostitución, no a trabajar o estudiar.

Así, entró en contacto con otra mujer residente en Nigeria y realizaron las gestiones oportunas para convencer a la menor, que fue sometida a un rito de vudú y traída a Murcia tras pasar por Libia e Italia, lo que hizo en la creencia de que llegaba para estudiar.

En la capital murciana la esperaba la segunda acusada, Evelyn O., que, en colaboración con la primera, la destinó a mantener relaciones sexuales con los clientes a cambio de precio.

Las dos acusadas la sometieron a un estricto control de sus movimientos para percibir el dinero que aquella cobraba por sus servicios.