El presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, dedicó ayer la mayor parte de su intervención en la primera sesión del debate sobre el Estado de la Región a hacer repaso de los agravios que sufre la Murcia por culpa del Gobierno central y a enumerar los planes de reactivación del Ejecutivo regional, además de las ayudas destinadas a paliar los efectos de la crisis provocada por el coronavirus. Destacó especialmente su intención de aprobar una batería de medidas fiscales que ahorrarán 30 millones a los murcianos y las inversiones que movilizarán los 700 millones destinados a la Estrategia ReActiva.

Aunque no ofreció detalles sobre las rebajas fiscales y la exoneración en las tasas que aplicará, dijo que los contribuyentes notarán su efecto «al presentar la renta de 2020. Las familias y la economía murciana necesitan un respiro», indicó.

Según sus cálculos, las 260 actuaciones recogidas en el plan de recuperación movilizarán «una inyección de más de 1.600 millones hasta finales de 2021 gracias a medidas de eficiencia, financieras, fiscales, presupuestarias, legislativas y de inversión», explicó. Su objetivo es «recuperar la velocidad crucero cuanto antes y seguir creciendo a través de una de las estrategias más corales y participativas que se han elaborado nunca», con el fin de que la Región recupere el ritmo de los años anteriores.

López Miras recordó que el debate sobre el Estado de la Región, que continuará hoy con la intervención de los cinco portavoces de la oposición, es el primero que se celebra con un gobierno de coalición. Presumió de que la Comunidad Autónoma tiene un presupuesto aprobado, un mérito que no puede atribuirse ni siquiera el Estado, dado que «el Gobierno central está funcionando con las cuentas aprobadas en 2018 por Mariano Rajoy», que siguen prorrogadas.

Durante su intervención fue citando los acuerdos para la reactivación de la economía regional que ha firmado con los sindicatos y la patronal y con las organizaciones de la economía social y las ayudas que va a aplicar el Ejecutivo, como la destinada a las familias con hijos que han tenido que contratar a alguien para que cuide a los niños mientras los padres trabajan.

También presumió de haber conseguido abrir el aeropuerto de Corvera, que fue inaugurado hace un año y medio, y aludió al Plan Estratégico de Turismo 2020-2030 «que tenemos ya listo y adaptado al nuevo escenario que nos deja la Covid-19». De entre todas las actuaciones previstas en este plan, destacó la creación de una Oficina de Marketing y Desarrollo de Negocio «que contará con un área específica encargada del fomento de nuevas inversiones hoteleras, así como de su renovación». Esta fue la única actuación de futuro que concretó, dentro de la larga lista de planes de que tiene en marcha su Gobierno.

Gran parte de la hora y media de discurso la dedicó a reclamar al Gobierno central y a criticar el trato que Murcia recibe del Estado en el reparto de la financiación autonómica y de los 16.000 millones del fondo habilitado para atender los gastos que el coronavirus ha causado a las autonomías. El Ejecutivo murciano calcula que a Murcia le corresponden 578 millones, pero recibirá menos dinero porque no se tiene en cuenta el criterio de la población.

López Miras también reprochó a Madrid que no le permita aumentar el endeudamiento para hacer frente a las necesidades creadas por las inundaciones que se han venido repitiendo en el Mar Menor desde septiembre, entre otros problemas.

Por otra parte, le afeó al Gobierno de Pedro Sánchez que llegara «a plantear una modificación del Memorándum para avanzar en su intención de cerrar el trasvase Tajo-Segura» en plena pandemia, por lo que defendió que «callar ante un atropello no es garantía de paz, sino de pobreza; no es señal de consenso, sino de sumisión».

Defendió igualmente la legalidad de los decretos del Ejecutivo frente a «los escollos» que plantea el PSOE ante reformas como la de la ley de Protección Ambiental, que llevará al Constitucional.

Acusa a Madrid de haber «congelado» las infraestructuras en marcha

El jefe del Ejecutivo regional, Fernando López Miras, acusó al Gobierno central de haber «congelado» los proyectos de infraestructuras que estaban en marcha. Destacó especialmente el parón en la ejecución del Arco Norte y del Arco Noroeste, las dos circunvalaciones de Murcia que evitarán a decenas de miles de vehículos pasar por los cinturones que bordean la ciudad de Murcia, y el tercer carril de la A-7 entre Alhama y Crevillente.

También se refirió a la ampliación de la carretera que une Mazarrón y Puerto de Mazarrón para la que pidió al Gobierno central «que nos autorice a licitarla mediante el modelo de colaboración público-privada».

Abogó por la conexión de la autovía de Madrid con el Noroeste, entre Venta del Olivo y Venta Cavila, para facilitar la salida del tráfico procedente de Andalucía y liberar a la A-7 de una gran parte de los vehículos que soporta.

López Miras apuntó que «en el último debate sobre el Estado de la Región, todas las grandes infraestructuras estaban en marcha, culminadas o dando pasos para ser una realidad, pero el actual Gobierno central ha congelado toda la planificación prevista».

Por eso, augura que el AVE no llegará a la ciudad de Murcia al menos hasta 2023, con la consiguiente pérdida de ingresos y de creación de puestos de trabajo que contemplan los estudios realizados hasta ahora. También se lamentó de que no hay fecha para la llegada de la Alta Velocidad a Cartagena ni a Lorca.

Anunció que ha acordado con la presidenta de la Autoridad Portuaria, Yolanda Muñoz, que «proceda a la adquisición de terrenos en la zona norte de Los Camachos para el desarrollo logístico y el impulso necesario de la ZAL de Cartagena. Son los terrenos que permitirán la construcción del nuevo depósito franco y ciudad del transporte», aclaró. También reiteró su petición al Gobierno central para que desbloquee la nueva terminal de contenedores de El Gorguel y «lo declare como proyecto estratégico de interés público de primer orden».