La portavoz de Podemos, María Marín, subió a la tribuna de oradores con un regalo 'envenenado' para el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, un bote con agua "oscura y pestilente" del Mar Menor, que representa, según explicó, al Ejecutivo regional. "Es una metáfora de un Gobierno muerto. Tras 25 años de Partido Popular, todo está en descomposición", sentenció.

Durante su dura comparecencia, María Marín echó en cara al Partido Popular que lleven "más de veinte años riéndose de los murcianos", anunciando medidas para proteger la laguna salada que al final no se desarrollan y con declaraciones "tremendas" sobre la salud de su ecosistema. En concreto, recordó cómo el presidente López Miras llegó a afirmar que el Mar Menor no estaba "tan bien" desde hacía veinte años, poco antes de la anoxia que sufrió y por la que murieron millones de peces. También recordó las palabras del secretario general del PP, Teodoro García Egea, que afirmó que el presidente de la formación, Pablo Casado, se bañaría en la costa marmenorense. "A ver si se va acercando y se pega un bañito", comentó Marín con sorna.

El momento fue rápidamente recogido por el diputado nacional de Unidas Podemos, Javier Sánchez Serna. "¿Volverán a negar la evidencia?", se pregunta.

La diputada morada también criticó la falta de actuaciones del Ejecutivo regional durante la pandemia y señaló a los servidores públicos y a las ayudas del Estado como los únicos elementos que han luchado por los murcianos. "Usted ha sido un fantasma", afirmó, dirigiéndose a López Miras, aunque después reconoció la "honrosa excepción del consejero de Salud", Manuel Villegas.

En este sentido, subrayó el mes que tardó la Comunidad en empezar a tramitar los ERTEs y censuró que desde la administración regional se promovieran líneas de financiación a través del Instituto de Fomento (Info) en lugar de dar ayudas directas a los afectados por la crisis del coronavirus: "Les pidieron que se fueran a los bancos".

También hizo mención a la intervención de las cuentas de la Región por parte del Ministerio de Hacienda para poder pagar a los proveedores y a los "favores fiscales" de López Miras a una "minoría de multimillonarios". En este sentido, explicó al presidente que "sus amistades no necesitan servicios públicos" porque "ya tienen hospitales privados y sus universidades católicas, esas en donde ponen 'chis'", en referencia a las polémicas palabras del presidente de la UCAM, José Luis Mendoza, la semana pasada, sobre un bulo sobre la vacuna que se prepara para el coronavirus y que supuestamente contendrá un circuito integrado (chip) para controlar a los ciudadanos.

Aprovechó para celebrar "el nacimiento de un nuevo derecho" el pasado 29 de mayo, la aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) en España. Afeó a López Miras que lo hubiera criticado porque pensaba que habría mucha gente que dejaría de buscar trabajo, contentándose con esa ayuda. "Hay gente que ya no está dispuesta a ser explotada y cobrar 200 euros por matarse a trabajar en el campo. Nadie tendrá que volver a trabajar por una miseria", le espetó. Además, Marín subrayó que ella era diputada de Podemos "para decirle a todas las 'Croems' del mundo que la democracia es más fuerte que las presiones de los buitres".

La portavoz de Podemos también condenó que las mujeres hayan sufrido "doblemente" la pandemia de la Covid-19. "Han teletrabajado con los niños en casa", lamentó, A este respecto, criticó la falta de ayudas a la conciliación y para reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres. "En 2019 se dedicaron cero euros en los presupuestos, mientras que en 2020 solo 40.000".

Sobre la violencia de género, recordó que la Región encabeza el ranking en la tasa de víctimas por comunidades, con un 2,2, y culpó al Ejecutivo regional de que en 2019 no se pudiera aprobar una declaración institucional contra la violencia contras las mujeres el 25 de noviembre, algo que no fue posible por la negativa del Grupo Parlamentario Vox. "Nos sacaron a la puerta", afirmó Marín, quien también culpó al PP de haber "criminalizado" a las mujeres de haber provocado muertes por la Covid-19 por salir a manifestarse el pasado 8 de marzo.

Respecto al colectivo LGTBI, María Marín remarcó que "en el siglo XXI se persigue la educación afectivo-sexual en la Región de Murcia" y denunció que aún no se cumpla ninguno de los puntos de la Ley de Igualdad LGTBI aprobada en la Asamblea Regional en 2016. "Ni una sola partida contra la discriminación en los presupuestos", criticó.