La portavoz de Podemos, María Marín, subió a la tribuna de oradores con un regalo 'envenenado' para el presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, un bote con agua «oscura y pestilente» del Mar Menor, que representa, según explicó, al Ejecutivo regional. «Es una metáfora de un Gobierno muerto. Tras 25 años de Partido Popular, todo está en descomposición», sentenció.

Durante su dura comparecencia, Marín echó en cara al Partido Popular que lleven «más de veinte años riéndose de los murcianos», anunciando medidas para proteger la laguna salada que al final no se desarrollan y con declaraciones «tremendas» sobre la salud de su ecosistema. En concreto, recordó cómo el presidente López Miras llegó a afirmar que el Mar Menor no estaba «tan bien» desde hacía veinte años, poco antes de la anoxia que sufrió y por la que murieron millones de peces. También recordó las palabras del secretario general del PP, Teodoro García Egea, que afirmó que el presidente de la formación, Pablo Casado, se bañaría en la costa marmenorense. «A ver si se va acercando y se pega un bañito», comentó.

Toque de atención al PSOE

PSOEMarín también tuvo críticas para el PSOE en su segunda intervención, ya que se molestó por su insistencia en acercase a Ciudadanos y le pidió a su portavoz, Diego Conesa, que dejara de «mirar a su derecha» y lo hiciera hacia la izquierda para formar una «alternativa progresista».

En este sentido, le explicó que «hay tres PP en la Región, uno azul, uno naranja y otroa verde».

Gestión de la pandemia

La diputada criticó la falta de actuaciones de Miras durante la pandemia y señaló a los funcionarios y a las ayudas del Estado como los únicos elementos que han luchado por los murcianos.

Subrayó el mes que tardó la Comunidad en empezar a tramitar los ERTE y censuró que desde la administración se promovieran líneas de financiación a través del Info en lugar de dar ayudas directas a los afectados: «Les pidieron que se fueran a los bancos».

También mencionó la intervención de las cuentas de la Región por parte del Ministerio de Hacienda para pagar a los proveedores y a los «favores fiscales» del Ejecutivo regional a una «minoría de multimillonarios».