Cuatro hombres que llegaron a Cartagena en patera desde Argelia y lideraron un intento de motín en el Centro de Internamiento de Extranjeros de Murcia han sido condenados a catorce años de prisión por tráfico de personas, pertenencia a organización criminal, amenazas, quebrantamiento de medida cautelar, daños y atentado, mientras que un quinto arrestado ha sido devuelto judicialmente a su país.

La Policía Nacional ha informado este jueves del resultado de esta operación desarrollada contra los cinco extranjeros irregulares, a los que se acusa de integrar una peligrosa organización criminal dedicada al tráfico de personas desde el citado país norteafricano.

Los detenidos llegaron el pasado agosto a bordo de una patera y pretendían establecer una base de operaciones en Murcia para la organización y coordinación de futuros viajes desde la localidad argelina de Mostaganem hasta la costa cartagenera.

Tras su ingreso en el centro de internamiento hasta su expulsión de España, intentaron preparar un violento motín y para ello el líder de la organización ideó un plan para agitar a todos los internos y fabricó armas con las bisagras de las puertas para ser utilizadas a modo de cuchillas.

Los agentes averiguaron que el plan de fuga definitivo tendría lugar en horario nocturno y que para lograr su objetivo no dudaría en agredir a los agentes que prestan sus servicios en el área de seguridad del CIE.

Estos cinco hombres, según la policía, eran miembros de una conocida, peligrosa y violenta banda de delincuentes argelina, especializada en la comisión, entre otros, de delitos de secuestros, tráfico de drogas y tráfico de personas vía marítima en precarias embarcaciones tipo patera.

Una investigación de la dirección del Centro y de su servicio de seguridad, como de la Unidad Contra las Redes de Inmigración Ilegal de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia, evitó que los detenidos llevaran a cabo su plan de amotinarse.

Ante las sospechas por parte de los agentes de que se podría estar organizando un plan de fuga muy violento del centro, se estableció un dispositivo policial que culminó con la detención de los cinco miembros del grupo criminal y frustró toda posibilidad de llevar a cabo el motín.

En torno a los precursores de la revuelta se llevó a cabo una investigación por parte de la UCRIF de Murcia que permitió la identificación de todos los integrantes de la organización, así como las actividades dentro de la organización.

A los detenidos no solo se les investigó por la preparación del motín, sino que también por delitos de tráfico Ilegal de personas en condiciones precarias y peligrosas, pues utilizaban embarcaciones tipo patera para trasladaros ciudadanos extranjeros desde Argelia hasta Murcia.

Finalmente, uno de los detenidos ha sido expulsado judicialmente a su país de origen y los otros cuatro detenidos han sido condenados a 14 años de prisión por delito de tráficos de personas, pertenencia a organización criminal, amenazas, quebrantamiento de medida cautelar, daños y atentado.