Una silla vacía simbolizó a los 150 murcianos que han fallecido durante la pandemia. El acto del Día de la Región estuvo marcado por el recuerdo de los que han perdido la vida y en él se concedió la Medalla de Oro de la Región a todos los murcianos que, en palabras del presidente regional, Fernando López Miras, «han afrontado el coronavirus y merecen el más alto honor que podemos otorgar desde el Gobierno».

El evento estuvo condicionado por las normas de seguridad sanitarias pertinentes. Solo asistieron unas decenas de personas y se respetaron distancias de seguridad y uso de mascarillas. Entre los asistentes se encontraron representantes políticos, eclesiásticos, militares y distintos profesionales cuya actuación ha sido clave en la lucha contra el coronavirus.

Tras escuchar el himno de España, se guardó un minuto de silencio en memoria de los fallecidos. Miras depositó un ramo de rosas blancas en la silla vacía que se encontraba en el centro del escenario para conmemorarlos.

El discurso del presidente se centró en la defensa de la unidad y del acuerdo. «Las situaciones graves no admiten indiferencia sino responsabilidad, actuación, compromiso y afrontarlas desde la unidad», afirmó. Puso como ejemplo de capacidad de entendimiento la Constitución de 1978 y los pactos que suscitó, pero también mandó un recado a los rivales políticos: «Mientras otros han puesto en las últimas semanas el acento en la discrepancia, yo quiero animar a todos los murcianos a buscar el entendimiento».

El Mar Menor también estuvo presente en las palabras de López Miras, quizá porque al mismo tiempo que las pronunciaba, se escuchaban de fondo los gritos de los manifestantes que, en la misma puerta del Palacio de San Esteban donde tenía lugar el acto, protestaban por el estado de la laguna.

«Debemos ser capaces de sumar todas las capacidades para recuperar un Mar Menor gravemente dañado, y al que las DANA han asestado un durísimo golpe, a su ya maltrecho estado», anunció el presidente, que consideró que «demandar ayuda para ello» no puede ser interpretado como una crítica, «sino como un grito de auxilio». Acto seguido, López Miras exigió, en referencia al Gobierno central, «que cada uno desarrolle todas las competencias que legalmente le corresponden». En la puerta, los asistentes a la protesta gritaban «¡López Miras, dimisión».

Todos los responsables políticos tuvieron palabras de recuerdo para los fallecidos en sus declaraciones. El secretario general PSRM, Diego Conesa, afirmó que desde su partido seguirán «luchando por la Región en la que creemos y que merecemos, avanzando en sostenibilidad, justicia social e igualdad de oportunidades y que se ve amenazada por el Gobierno regional».

El portavoz de Ciudadanos en la Asamblea Regional, Juan José Molina, calificó de «legislatura complicada», por las inundaciones y por la pandemia, el año que ha transcurrido desde la formación del Gobierno de coalición del que forman parte. Además, subrayó el papel que han jugado las consejerías que dirigen los naranjas en estas crisis.

Por su parte, el portavoz del grupo parlamentario de Vox y recientemente expulsado de su formación, Juan José Liarte, aseguró que ayer había que celebrar la «voluntad de un pueblo por trabajar juntos, por crear una democracia verdadera y por salir adelante».

La diputada de Podemos, María Marín, consideró que «precisamente este año tenemos que sentirnos más orgullosos de la gente de nuestra Región. Somos una de las regiones donde la incidencia del virus ha sido menor y, sin duda, se debe al enorme civismo que han demostrado los ciudadanos».

Por primera vez en la historia, la Medalla de Oro de la Comunidad no se entregó a ningún particular. El acto finalizó con la imposición de forma simbólica de esa condecoración a todos murcianos.