Patronales cooperativas murcianas y el Gobierno autonómico han firmado este sábado un pacto regional para la reactivación, tras el virus, a través de la economía social que no incluye dinero para esas empresas pero sí el compromiso para su promoción, apoyo, refuerzo, potenciación y visibilización públicos.

Lo firmaban en la sede del Ejecutivo el presidente de Murcia, Fernando López Miras, y los de la Unión de Cooperativas (Ucomur) y de Cooperativas de Enseñanza (Ucoerm), la Federación de Cooperativas Agrarias (Fecoam), la de Sociedades Agrarias Cooperativas (Fecamur), la Asociación Empresarial de Sociedades Laborales y Participadas (Amusal) y la Asociación de Empresas de Inserción (Adeirmur).

El documento apuesta por ellas como palanca para la reindustrialización, el fortalecimiento del tejido económico y el emprendimiento colectivo juvenil, vector de la economía verde y motor de transición ecológica, por lo que recibirán un respaldo especial las de restauración, deporte y turismo del entorno del Mar Menor. También las considera clave para la construcción y renovación de vivienda accesible, la agricultura sostenible y la distribución de alimentos y apuesta por su digitalización, soluciones para su financiación y facilidades de acceso al empleo en ellas de los colectivos más desfavorecidos a través de las empresas de inserción sociolaboral.

El presidente de Ucomur y Ucoerm y de la patronal europea de cooperativas, el murciano Juan Antonio Pedreño, ha destacado que en lo que va de año y a pesar del coronavirus se han creado en la comunidad murciana las mismas 80 nuevas empresas de ese tipo que el año pasado, cuando la pandemia no influyó en este emprendimiento.

Desde su experiencia personal, ha relatado que en los 38 años de su empresa empezaron 7 personas y hoy son 120 gracias a que nunca se repartieron beneficios, sino que se reinvirtieron.

Un bagaje que también ha sacado a relucir el responsable de Fecoam, Santiago Martínez, quien lleva 47 años en el mundo cooperativo, desde que tenía 15, y que fundó la primera cooperativa agroalimentaria de Murcia, para quien estas empresas remontarán esta crisis como lo han hecho en recesiones anteriores.

En este sentido, Miras ha destacado el papel de estas empresas «con alma», como le enseñó a llamarlas Pedreño, «parte esencial de nuestro desarrollo colectivo y que ya fueron clave en la crisis» económico-financiera de 2008, «poniendo en el centro a las personas».

Desde Adeirmur, su presidente, José Manuel García Marrero, ha dicho que en esta crisis sus asociados sean «probablemente una importante solución y una alternativa al ingreso mínimo vital» y que fomentar su impacto socioeconómico «no implica una mayor inversión ni ampliar presupuestos ni ayudas, pues se puede conseguir con contratación pública responsable con reserva de mercado» en los pliegos de condiciones.

Para el presidente de Amusal, José Francisco Ballester Pérez, «una catástrofe que tanto dolor ha producido quizá sea una oportunidad» para sus empresas de «rescatar a profesionales en el paro y empresas quebradas» con «emprendimiento y responsabilidad colectivos» que «respetan el medio ambiente» e «inversión asimétrica de los trabajadores» en firmas donde «el tamaño sí importa» para en «épocas de bonanza saber dignificar el empleo, fijarlo y valorarlo».

Según López Miras, este acuerdo «marca los principios» del próximo pacto regional para la excelencia de la economía social que sustituirá al actual, «a punto de cerrarse con los objetivos cumplidos».