Eduardo Estrella es el secretario de la Junta de Gobierno del Colegio de Enfermería de la Región de Murcia.

P ¿Cómo ha vivido en su entidad estos meses de alerta por el coronavirus?

R El Colegio de Enfermería, desde el primer momento, ha intentado adaptarse a la nueva realidad derivada de la situación de alarma sanitaria, conjugando la seguridad de sus trabajadores con el servicio a los colegiados. Por una parte, nos hemos adaptado para que el teletrabajo pudiera hacerse de forma efectiva, es decir que los trabajadores del Colegio pudieran realizar las funciones que de forma diaria llevan a cabo para que el colegiado pudiera tener acceso a todos los servicios, tanto de consulta (asesoría laboral, jurídica€), como de prestaciones directas (renta€).

Y, como no podía ser de otra manera, el Colegio ha mantenido su función de interlocutor entre nuestros enfermeros y la Administración, haciendo llegar a los responsables políticos y sanitarios las reivindicaciones y necesidades planteadas por quienes están y han estado en primera línea de batalla; principalmente las relativas a la seguridad y a las medidas de protección.

P La adaptación a todos estos cambios se ha llevado a cabo en un tiempo récord...

R El esfuerzo, la colaboración y la coordinación de todos (Junta, informáticos, técnicos y trabajadores) lo han hecho posible; además de la comprensión de los colegiados, que han sabido entender las dificultades de los primeros momentos.

P ¿Creen que se ha contado con los medios de protección suficientes?

R Ha sido y es uno de nuestras principales reivindicaciones. El personal sanitario en su conjunto, y concretamente la Enfermería han sido y son indispensables en esta lucha contra la COVID19. La enfermera es el primer peldaño, la primera línea de batalla sanitaria y la primera profesional que entra en contacto con el paciente; por tanto, necesita seguridad y protección y no siempre se ha podido contar con los medios necesarios.

Los primeros momentos fueron especialmente duros, porque había escasez de equipos y medios de protección, después se han intentado solucionar las carencias, pero no se puede bajar la guardia. Las enfermeras se han enfrentado y se enfrentan a situaciones de tal gravedad y riesgo que han puesto incluso su vida en juego para hacer frente a la enfermedad y atender a las personas. Los enfermeros han tenido un papel muy importante en el control de los casos.

P ¿Cómo valoran el trabajo de la enfermería ahora que nos encontramos en plena desescalada?

R La vocación de servicio y entrega que se le presupone a cualquier enfermero ha quedado demostrada con su actuación durante esta pandemia. El trabajo de los profesionales de la Enfermería es así siempre, lo que ocurre es que por la gravedad e intensidad de la situación que vivimos, ahora ha trascendido más a la sociedad. Insisto, la enfermera es el primer profesional sanitario que entra en contacto con el paciente y por la particularidad derivada de la pandemia, han sido los encargados de prestar asistencia, cuidados y compañía al enfermo. Las enfermeras y matronas se han enfrentado a situaciones de estrés físico y emocional extraordinarias y si algo ha quedado claro es que su buen hacer y profesionalidad han sido claves y están siendo fundamentales para poder luchar día a día, a pesar de las carencias. Por este motivo, espero que las autoridades correspondientes entiendan que hay que invertir en sanidad, en medios materiales y humanos, en investigación e innovación.

Y, sobre todo, hay que trabajar por que nuestros enfermeros, enfermeras y matronas sean tratadas como se merecen, con condiciones laborales dignas y justas. Invertir en sanidad es invertir en la salud de la población y en el bienestar de nuestra sociedad.

P ¿Qué balance hace de esta experiencia?

Después de las trágicas semanas que llevamos vividas, y teniendo en cuenta que esto no ha acabado y sería un error pensar que se ha vencido a la pandemia, creo que la primera conclusión a la que podemos llegar es que el trabajo del personal sanitario ha sido y es el pilar fundamental en esta lucha. En el caso de nuestros enfermeros y enfermeras, trabajan de forma incansable y prestan un servicio al enfermo que va más allá del asistencial, lo que motiva sin duda un agotamiento y un estrés emocional muy elevado. Por tanto, para el Colegio de Enfermería es imprescindible que haya más contrataciones, que sean dignas y que den seguridad a nuestros profesionales.

Además, hay que dotar a los profesionales de medidas de seguridad y de protección. Son muchos los sanitarios infectados y son muchos los que han perdido la vida en esta lucha.

Como conclusión, me gustaría destacar así mismo que el trabajo en los centros sanitarios de la Región ha sido un ejemplo de coordinación entre los profesionales y que todos, (limpiadoras, celadores, enfermeras, auxiliares, médicos€), han sido un ejemplo de saber hacer y de valentía. Los ciudadanos debemos estar a la altura, respetando las medidas de seguridad y evitando situaciones de riesgo porque esto no ha terminado. Creo que hay que insistir mucho en la responsabilidad individual de cada uno, porque considero que la sociedad en su conjunto y nuestros sanitarios, en particular, se lo merecen.