El Indicador de Confianza Empresarial (ICE) de la Cámara de Comercio de Murcia cae al -39,4 por ciento en el segundo trimestre del año, el descenso más brusco en un trimestre de la serie y el nivel más bajo de la serie histórica, iniciada en 1995, que lo lleva a un signo negativo que no registraba desde mediados de 2013.

Los datos, basados en una encuesta a 200 empresas, han sido presentados este lunes por el presidente del órgano cameral, Miguel López Abad, quien ha pedido al Gobierno central «celeridad» para llevar a cabo las medidas comprometidas y acabar con la «inseguridad jurídica» que genera el anuncio de la derogación de la reforma laboral o no saber si se van a flexibilizar los ERTE.

Así, López Abad ha asegurado que, tras varios meses en el que el ICE fue negativo durante 2012 y 2013, la confianza empresarial remontó por la aprobación de la reforma laboral.

La encuesta, que valora los resultados obtenidos durante el primer trimestre y las perspectivas para el segundo, fue realizada durante el mes de abril, por lo que ya incluye los efectos de la crisis sanitaria del Covid-19 y sus repercusiones económicas. López Abad ha indicado que el ICE ya registró un resultado ligeramente negativo en el primer trimestre del año por la desaceleración económica de 2019, viéndose ahora el «fuerte impacto económico de la pandemia por la obligada paralización de las actividades no esenciales».

De hecho, la incidencia de la crisis sanitaria ocasionada por la Covid-19 ha sido citada como principal factor que ha limitado la actividad de las empresas en el primer trimestre del año por el 75 por ciento de los encuestados.

Frente a esta situación, los empresarios murcianos reclaman apoyo para que la recuperación se produzca de la forma más rápida posible con el fin de evitar el cierre de empresas y la destrucción de empleo, aunque López Abad ha considerado que no va a haber salida rápida de la crisis en V, sino que será tras una 'L prolongada'.

Para el presidente de la Cámara de Comercio de Murcia, es «vital» la efectividad «real» de la financiación que asegure la liquidez, flexibilizar las condiciones de los ERTE según se produzca la vuelta a la actividad, además de no generar «más incertidumbre» anunciando una contrarreforma laboral que resultaría «perjudicial» en el actual contexto.

De este modo, el primer trimestre del año se ha cerrado con una disminución en su cifra de negocio para el 64,1 por ciento de las empresas encuestadas, mientras las perspectivas para el segundo trimestre de 2020 reflejan un descenso en el 47,3 por ciento de los casos.