Las salidas de los más jóvenes tras el confinamiento puede suponer un problema para su salud cuando pretenden «recuperar el tiempo perdido» con el consumo de alcohol. Así lo señalan los responsables de la Asociación DUAL, que ha emprendido una campaña bajo el lema 'Entre fase y fase, no desfases' financiada por el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, y con la que se intenta alertar a la sociedad de los peligros de los «desfases» con el alcohol en jóvenes y adolescentes tras meses encerrados en casa por el confinamiento.

«Existe un alto riesgo de que los jóvenes protagonicen reacciones compensatorias de tipo pendular como respuesta a la tensión y la angustia sostenida que han padecido durante los últimos meses», alerta Raúl Izquierdo, psicólogo y director técnico de Asociación DUAL. Por ello, se produce la generación de conductas en «exceso despreocupadas como compensación a las exigencias de intenso control y restricción durante la etapa de confinamiento», explica.

En ese sentido, el mayor riesgo es «querer recuperar el tiempo perdido celebrando fiestas alternativas a las que no se han tenido o que no se van a tener y en celebraciones entre amigos como son, por ejemplo, los botellones», detalla Izquierdo.

Desde la Asociación DUAL señalan que los adolescentes son los grandes olvidados en la crisis del coronavirus. «Hemos detectado un olvido simbólico de los menores entre 14 y 17 años», indica el psicólogo. «Se han regulado salidas para niños y púberes hasta los 13 años, pero en la franja de 14 a 17 años no ha sido tan fácil encontrar información específica».

Desde Murcia el doctor José María Basterrrechea, especialista en Medicina Interna y drogodependencias, explica a LA OPINIÓN que «la fase de confinamiento ha sido dura para todos, pero mucho más para los más jóvenes, quienes lo han tenido realmente complicado para encontrar alternativas a esa falta de actividad fuera de casa y para canalizar el estrés y el nerviosismo». En este caso, alerta que el consumo de alcohol en la fase de la desescalada es un problema que no hay que perder de vista porque «se produce un consumo mayor una vez que se han liberado del confinamiento y vuelven a sus rutinas, ya el alcohol, desgraciadamente, está incorporado en sus vidas».

Por ello, el doctor Basterrechea pide a los padres que «sean ellos los que prediquen con el ejemplo» y que estén atentos a las condiciones en las que llegan sus hijos adolescentes a casa tras salir con los amigos.